Actualizado 27/02/2013 09:42

La ONU pide ayuda humanitaria para Malí con el fin de paliar el "horrible sufrimiento" de la población


NUEVA YORK, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Alto Comisionado para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) ha instado a la comunidad internacional a enviar ayuda a Malí, dado que las condiciones han mejorado, para paliar el "horrible sufrimiento" de la población, tras casi un año de crisis política.

"El pueblo maliense ha sufrido horriblemente. Ya ha llegado el momento de que les ayudemos", ha dicho el director de Operaciones de la Oficina de la OCHA, John Ging, en una rueda de prensa celebrada en la sede de la organización internacional, en Nueva York.

Ging ha explicado que la seguridad ha mejorado en la mayor parte del territorio maliense, lo que garantiza el acceso a la población civil para dar asistencia humanitaria. "Esto debería despejar las dudas sobre la eficacia de la misma", ha considerado.

"Hemos estado allí, nos hemos enfrentado directamente a sus necesidades urgentes, pero no solo hay necesidad, también una oportunidad real de cambiar las cosas", ha apuntado, en alusión a su reciente visita al país africano.

En concreto, el funcionario de la ONU ha señalado a los 430.000 desplazados --260.000 internos y 170.000 en el extranjero--, así como a los malienses que se han quedado en sus hogares sin asistencia médica ni otros servicios básicos como destinatarios de la ayuda humanitaria.

Si bien, ha subrayado que durante su estancia en las ciudades de Tumbuctú y Mopti los líderes locales han insistido en que no quieren depender de la ayuda internacional, aunque ahora la necesitan para atender a la población y reconstruir las ciudades. "Son un pueblo digno que no está pidiendo mucho", ha sostenido.

Ging ha indicado que los malienses temen no poder volver a la normalidad tras el fin del conflicto. "Eso es lo que me han trasladado todas las personas con las que me he reunido. Su preocupación debe ser nuestra preocupación", ha estimado.

Por todo ello, ha instado a la comunidad internacional a entregar los 373 millones de dólares (285 millones de euros) --entre ellos 153 (117) destinados a intervenciones urgentes-- que prometió y de los cuales solamente ha liberado 17 (13).

MUJERES Y NIÑOS

Por su parte, el Fondo para la Infancia de Naciones Unidas (UNICEF) ha solicitado este martes a la comunidad internacional 45 millones de dólares (34 millones de euros) para atender las necesidades urgentes de los niños y las mujeres afectados por el conflicto.

"Sin estos fondos, UNICEF no podrá seguir apoyando los programas de asistencia básica a los desplazados internos, a refugiados y a familias y comunidades enteras", ha advertido, en un comunicado publicado por la organización internacional.

La ONU ha recordado la vulnerabilidad de estos colectivos. "Hay informaciones sobre el reclutamiento de niños por parte de los grupos armados, sobre violencia de género y minas antipersona. Todo ello pone en riesgo a esta generación", ha alertado.

INTERVENCIÓN MILITAR

El Consejo de Seguridad autorizó el pasado mes de diciembre la creación de la AFISMA, una fuerza internacional dotada con unos 3.000 efectivos que se desplegará el próximo mes de septiembre para ayudar a las tropas malienses a expulsar a los grupos islamistas del norte.

Sin embargo, debido a las dificultades logísticas, Francia, a petición del Gobierno de Malí, tomó la iniciativa el pasado 11 de enero, iniciando la intervención militar en el país africano. En total, ha desplegado unos 4.500 efectivos.

Desde entonces, a las tropas francesas se han sumado las de la Misión Internacional de Apoyo a Malí (MISMA) --principalmente de los países de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO)--, que alcanzará los 8.000 efectivos.

Las tropas francesas y malienses han llevado a cabo operativos aéreos y terrestres para proteger Bamako y recuperar las ciudades de Konna, Diabaly, Gao, Tombuctú y Kidal siendo estas tres últimas las conquistas más importantes.

CRISIS POLÍTICA

La crisis política en Malí se desató el pasado mes de marzo, cuando un nutrido grupo de militares descontentos por la falta de recursos suministrados por el Gobierno para combatir al Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (MNLA) en el norte dio un golpe de Estado.

Aprovechando el caos institucional, los rebeldes tuareg se hicieron con el control de las tres regiones que forman el Azawad --Tombuctú, Kidal y Gao-- y proclamaron unilateralmente su independencia, aunque este movimiento no contó con el reconocimiento de la comunidad internacional.

Sin embargo, los grupos islamistas presentes en el norte de Malí --Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI), el Movimiento para la Unidad de la Yihad en África Occidental (MUYAO) y Ansar Dine, que posteriormente se ha escindido--, rápidamente expulsaron al MNLA del Azawad, donde, desde entonces, imponen la 'sharia'.