Actualizado 23/04/2007 21:28

R.Centroafricana.-La ONU considera "inhumanas" las condiciones de los desplazados, que huyen de la milicia y el Ejército


ROMA, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

El secretario adjunto de Naciones Unidas para las Relaciones Humanitarias y coordinador para las Ayudas de Emergencia, John Holmes, ha calificado de "inhumanas" las condiciones de vida de los desplazados en la República Centroafricana, que temen tanto a los rebeldes como a los soldados del Ejército.

Así lo manifestó Holmes después de su visita por el norte del país, donde, según aseguró, encontró a la población "desparramada en el bosque", en torno a la ciudad de Paoua. Los desplazados "no tienen nada, ni agua potable, ni resguardos, asistencia médica o escuelas para los niños. Estas personas viven en condiciones, por decirlo así, inhumanas, obligados a huir no de los rebeldes sino a causa de las represalias de las FACA (Fuerzas Armadas) y de la Guardia presidencial", denunció.

Una fuente humanitaria citada por la agencia misionera de noticias MISNA aseguró que "muchos habitantes en los pueblos del norte, que ya vivían en la miseria, ahora están escondidos en el bosque por miedo a los rebeldes y los soldados del Ejército".

"La gente de los pueblos de Birao, Sam Ouandja, Ouadda Djallé y de las zonas circundantes están abandonados a su suerte, teniéndose que enfrentar a las zaraginas (bandas criminales), las emboscadas de bandidos, rebeldes o soldados del Gobierno. La situación es verdaderamente alarmante", explicó.

Holmes hizo hincapié en que las organizaciones humanitarias estiman que un millón de centro-africanos, un cuarto de toda la población, tiene necesidad de asistencia, "necesidades urgentes de artículos para la agricultura y de semillas para los que viven en el bosque". Además, recordó que los recientes combates entre rebeldes y el Ejército han causado 212.000 desplazados más en lo que va de año, y más de 70.000 han huido a Chad y Camerún.

Según el último informe del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), hasta el pasado marzo 250.000 personas fueron expuestas al riesgo de una crisis alimentaria en el país. Más del 70 por ciento de la población, indica el PNUD, vive bajo el umbral de la pobreza y el analfabetismo, que afecta al 68 por ciento de las mujeres y al 46 por ciento de los hombres.