Actualizado 07/10/2010 21:27

Residuos tóxicos de varios países, a las puertas de la Eurocámara

BRUSELAS, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -

Varios activistas de Greenpeace se han encadenado a dos contenedores de residuos radiactivos que la organización ecologista ha llevado hasta las puertas de la sede del Parlamento Europeo en Bruselas para denunciar la falta de soluciones para gestionar este tipo de residuos.

El responsable de la campaña nuclear de Greenpeace-UE, Jan Haverkamp, ha tildado de "escandaloso" el hecho de que residuos como los utilizados en la protesta "se estén vertiendo sin trabas" en los ríos y mares europeos y se dejen "sin más, aculados cerca de poblaciones".

"El sector nuclear no tiene ni idea de qué hacer con estos residuos ni con los residuos nucleares de alta actividad, mucho más peligrosos durante cientos de miles de años, salvo continuar acumulándolos", ha insistido.

La acción ha sido programada para criticar la propuesta presentada por Bruselas para la nueva directiva sobre residuos que en opinión de Greenpeace es "propaganda" para "allanar el camino a la construcción de nuevas centrales" y porque ignora a los científicos que alertan del riesgo de almacenar bajo tierra residuos como los llevados este jueves a Bruselas. La Eurocámara debatirá la propuesta en próximas fechas.

Según asegura la organización, los bidones de hormigón --revestidos de plomo-- que fueron instalados ante la sede de la Eurocámara contenían residuos generados por instalaciones nucleares de Reino Unido, Francia, Bélgica y Níger.

Además, varios escaladores de la ONG, entre ellos un español, han trepado por los mástiles con las banderas de los países de la UE que producen mayores cantidades de esta basura radioactiva y han mostrado una pancarta con el lema 'No hay solución para los residuos radiactivos'.

Al término de la protesta, los contenedores han sido retirados por las autoridades belgas que gestionan los residuos y los activistas se han retirado tras ser identificados y fotografiados por la Policía, informa Greenpeace en un comunicado.

Los ecologistas denuncian que los materiales no se clasifican como residuos radiactivos cuando son vertidos al medio líquido o depositados al aire libre al ser productos derivados de las denominadas "emisiones autorizadas" o procedentes de la minería del uranio. Sin embargo, cuando estas muestras son recogidas y depositadas en un contenedor sí son clasificadas como residuos radiactivos que necesitan ser custodiados durante siglos.

Otros, como el combustible nuclear gastado y los residuos procedentes del desmantelamiento, son aún más peligrosos y deberán ser custodiados durante cientos de miles de años, dice Greenpeace. "No hay ninguna solución técnica satisfactoria que permita garantizar la seguridad del público y del medio ambiente durante tan largos periodos de tiempo y, sin embargo, la industria nuclear sigue produciendo irresponsablemente estos residuos tan peligrosos", concluye en un comunicado.

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