Actualizado 21/07/2010 18:37

Sarkozy declara la "guerra" contra la violencia callejera después de los disturbios del fin de semana


PARÍS, 21 Jul. (Reuters/EP) -

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha declarado este miércoles la "guerra" contra la violencia callejera después de un fin de semana repleto de disturbios. Además, ha despedido al prefecto del Gobierno en la región afectada por los disturbios y le ha reemplazado con un ex oficial de Policía.

Sarkozy afirmó que el Gobierno no dará marcha atrás después de los dos incidentes separados del fin de semana en los que los manifestantes quemaron coches, atacaron un tranvía, dispararon contra la Policía y destruyeron propiedad gubernamental.

"El Gobierno seguirá realizando una lucha implacable contra el crimen. Es una guerra que llevaremos contra los traficantes y los delincuentes", ha afirmado Sarkozy en un comunicado después de una reunión del Consejo de Ministros. "El Estado de Derecho debe ser respetado en todo el territorio nacional", añade.

Los disturbios en las barriadas supone un desafío para Sarkozy, que ganó las elecciones en 2007 prometiendo eliminar a la "chusma" delincuente pero que no ha conseguido reducir los delitos violentos a pesar del aumento en su retórica. La oposición afirma que el Gobierno debería hacer más para tratar los graves problemas sociales y de alojamiento en las barriadas en vez de enviar a Policía antidisturbios cuando estos problemas estallan.

El ministro del Interior, Brice Hortefeux, ha reconocido en una entrevista este miércoles que los actos de violencia contra las personas siguen aumentando a pesar de las medidas de seguridad del presidente para poner fin a estos sucesos.

Los disturbios comenzaron el fin de semana pasado en el suburbio de Villeneuve, en la ciudad de Grenoble, como protesta por la muerte de un residente local que huía de la Policía después de, presuntamente, asaltar un casino.

Sarkozy ha nombrado a un ex oficial de Policía como prefecto en la región Alpina, un puesto que incluye responsabilidades de seguridad. También condenó la destrucción de una comisaría y propiedades gubernamentales por parte de unos 50 manifestantes gitanos armados con hachas que protestaban por la muerte de un joven de 22 años por los disparos de la Policía en el pueblo de Saint-Aignan, en el centro del país. "Estos incidentes subrayan cierto tipo de comportamiento entre algunos de los inmigrantes y los gitanos", ha añadido el presidente francés, que anunció que las personas que vivan en asentamientos ilegales serán desalojadas.