Actualizado 02/02/2009 14:58

Testigos denuncian que los policías cobraron dinero para permitir robar combustible antes del incendio en Kenia

Los supervivientes señalan que la explosión la produjo un hombre enfadado que encendió una cerilla


NAIROBI, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

Varios testigos han señalado a los medios kenianos que los agentes que se desplazaron al lugar en el que se accidentó un camión con combustible en Sachang'wan, en el distrito de Molo, cobraron dinero a los curiosos que se acercaron hasta allí provistos de bidones y otros recipientes para permitirles robar el fuel derramado.

"Los agentes estaban vendiendo el petróleo, permitían a aquellos que les daban 100 shillings (algo menos de un euro) extraer combustible del camión cisterna volcado", explica a 'The Standard' Simon Korir, un testigo. "Los que se negaban a pagar eran alejados violentamente", añade.

Según este testigo, habría sido precisamente una de estas personas rechazada la que habría provocado la tragedia. Al parecer, un hombre borracho amenazó con encender una cerilla si no le dejaban coger combustible, pero los agentes no le hicieron caso. "La Policía le dijo que hiciera lo que quisiera, mientras seguían embolsándose dinero del petróleo extraído", relata el testigo.

Según Korir, que se encuentra recuperándose de las quemaduras sufridas en un hospital, "inmediatamente la cerilla se encendió, y el hombre y todos los demás quedaron envueltos en una gran llama". "Yo intenté huir pero el fuego corrió más", explicó.

Al menos 110 personas murieron en el incendio, mientras que otras 178 sufrieron quemaduras de gravedad, de las cuales 46 fueron trasladadas en helicóptero a Nairobi, donde permanecen en estado crítico. Entre las víctimas mortales figuran también dos policías, mientras que otros diez resultaron heridos y están hospitalizados.

Según la versión oficial de los hechos, los agentes intentaron impedir que la multitud se acercara al camión volcado, pero, precisa el 'Daily Nation', algunos supervivientes aseguran que los policías cobraron entre 50 y 100 shillings para permitir a la gente llenar contenedores de todo tipo con el combustible derramado.

Joseph Kipchumba, otro superviviente, explicó al diario que los agentes fueron los primeros en llegar al lugar del accidente, pero no lo acordonaron, sino que en lugar de ello comenzaron a cobrar a la gente para permitirles llevarse el combustible.

"Algunas personas estaban enfadadas porque no podían permitirse la tasa que estaban reclamando los policías y amenazaron con prender fuego al camión y acabar con la fiesta si no les permitían llevarse combustible", relató, aclarando que fue entonces cuando una persona enfadada encendió una cerilla, coincidiendo así con la versión de otros testigos.