Actualizado 24/03/2015 13:11

The Family Watch dice que las madres no dejan que los padres se involucren

MADRID, 24 Mar. (EUROPA PRESS) -

   Un informe elaborado por The Family Watch (TFW) titulado 'La importancia de la figura paterna en la educación de los hijos: estabilidad familiar y desarrollo social' asegura que los hombres no se involucran en los cuidados y las tareas del hogar porque las madres no se lo permiten, sostiene que la figura paterna es indispensable para la crianza de hombres equilibrados y afirma que quienes crecen sin ella tienen más tendencia al machismo y la violencia, entre otros problemas.

   El estudio, elaborado por la profesora titular de Derecho Administrativo de la Universidad Carlos III María Calvo Charro y presentado este martes, describe que la sociedad española y del resto del mundo occidental afronta tres "problemas" con "nefastas" consecuencias: la ausencia física del padre, su ausencia psíquica o la existencia de un padre que quiere involucrarse pero no se lo permiten.

   Sobre este asunto, dice que son padres que asumen "modelos deconstruidos, afeminados o maternales que no les corresponden y no les satisfacen", ya que sólo se les valora si adoptan un papel de "segunda madre" o "madre defectuosa", un papel, afirma, "exigido en muchas ocasiones por las propias mujeres que les recriminan no cuidar, atender o entender a los niños exactamente como ellas lo hacen", poniéndoles así "impedimentos". Mientras, "el padre siente su propia autoridad como lastre", afirma.

   "La realidad es que la mujer tiende a educar a los hijos de una forma diferente al hombre. Se preocupa más por proteger al hijo que por fortalecerle (...), va creando un niño dependiente y con poca autonomía. Las mujeres tienden a endulzar demasiado la realidad, no a enfrentar a sus hijos a la realidad. Al final, es una cárcel de inmadurez psicológica", ha asegurado la autora del estudio.

   En su opinión, en ausencia de padre la madre establece con el hijo "casi una relación de pareja que es muy insana porque la madre utiliza al hijo como confidente" y crea con él "un universo cerrado" que se vuelve "contra ella" cuando el niño llega a la adolescencia, ya que "reivindica su independencia y muchos reaccionan con violencia contra la madre". El padre, ha proseguido, "libera al hijo de una madre que tiende a fagocitarlo".

   El trabajo concluye que en este contexto, "es necesario un cambio en la mentalidad femenina". "La mujer debe ceder al varón espacios de dominio en el ámbito doméstico, algo a lo que a veces no está muy dispuesta pues le gusta ejercer el control exhaustivo del hogar y de los hijos", afirma, para incidir en que el hijo "necesita alteridad sexual", no "una doble mamá".

"UN HOMBRE PARA EDUCAR A OTRO HOMBRE"

   Para la autora, "es necesario un hombre para educar a otro hombre", es decir, que "los niños necesitan modelos masculinos para convertirse en hombres". "La ausencia masculina es uno de los problemas más graves, hay muchos hijos creciendo en familias monomarentales y que luego en el colegio se encuentran con que el 96% de los profesores son mujeres, así que acaban viviendo en un universo feminizado", explica.

   En su opinión, "el problema que tienen estos chicos es que no tienen modelos de masculinidad equilibrada". "Cuando un varón crece en un ambiente feminizado tiende a radicalizar los estereitipos masculinos, se 'supermascuiliniza', no conoce el modelo y quiere ser un chico, así que tiende a radicalizarlo y tenemos chicos que a lo mejor actúan con agresividad, con un virilismo machista, porque no han conocido un modelo equilibrado de masculinidad", ha sentenciado.

   Con datos de distintos estudios realizados en Estados Unidos, ha argumentado además que existe una brecha entre los hombres que han crecido con padre y los que han crecido sin él, porque son "radicalmente distintos", con mayores tasas de absentismo escolar, problemas psicológicos, drogadicción, violencia, delincuencia e incluso suicidio entre estos últimos que entre los primeros.

   El estudio propone, entre otras medidas, "una campaña de valoración de la figura paterna" que difunda "un modelo de paternidad moderno, responsable, postpatriarcal y postfeminista" pero "siempre respetando su estilo masculino de actuación, así como el "fomento de modelos positivos de masculinidad" y del profesorado masculino, que deberá "favorecer con su ejemplo el respeto hacia las chicas" y "hablar a los niños sobre lo que significa ser un 'caballero' y las virtudes que deben tener sin renunciar a su masculinidad".

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