MADRID, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -
La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, ha afirmado este lunes que las alambradas con cuchillas se instalaron en la valla de Melilla inicialmente "porque parecía que eran menos lesivas" que el sistema anterior, unos "pinchos" que ha definido como "horrorosos" y "terroríficos".
"Antes de las concertinas había unos pinchos horrorosos que también eran terroríficos. En realidad se pusieron porque parecía que eran menos lesivas que los pinchos esos", ha señalado en relación a la instalación en el año 2005 de la corona de alambre y cuchillas de la valla de Melilla que fue retirada de ese área concreta dos años después, también bajo gobierno socialista.
Preguntada por la permanencia de alambre de cuchillas en determinadas zonas de la valla, Valenciano ha dicho desconocer los detalles sobre la desinstalación de este sistema. "No conozco el pormenor de ese asunto, sé que se dio orden de quitar las concertinas del espacio donde las personas que hacen los saltos se agarraban. No sé exactamente cual era la altura, sé que se quitaron porque eran muy lesivas para las personas que intentaban saltar la valla", ha señalado.
La número dos del PSOE ha señalado que en el partido y en el Grupo Parlamentario están "dispuestos a estudiar junto al Gobierno otras medidas que puedan ser disuasorias y no sean así de graves y de lesivas", para lo que han impulsado ya una proposición no de ley en el Congreso de los Diputados.
Con todo, ha destacado la importancia de que se revisen "todas las fronteras de la UE" y se adopte una política común para "armonizar cuáles son los sistemas que se utilizan en las distintas fronteras para defenderse de la inmigración ilegal" porque, según ha dicho, "son muy duras todas ellas", no sólo las de Ceuta y Melilla.
"El gobierno español decidió retirarlas, otros gobiernos, en otras fronteras, no, y por eso convendría que todos nos pusieramos de acuerdo sobre cuales son los sistemas que utilizamos", ha destacado.
En su opinión, "nadie puede presumir de nada" en este asunto, pero lo que es "evidente" es que "la legítima defensa de la frontera no puede llevar a cometer estos gravísimos atentados contra la integridad física de las personas que intentan cruzar".
"En este caso es integridad física, en muchos otros casos es la vida. Lampedusa (Italia) es un ejemplo terrorifico y allí no hay concertinas, sino un cementerio gigantesco en el Mediterráneo. Esto merece una reflexión profunda y rigurosa de todos los países miembros", ha sentenciado.
