MADRID, 28 May. (EUROPA PRESS) -
La especialista en mundo árabe, islam y Mediterráneo y profesora de la Universidad San Pablo CEU María Dolores Algora, considera que la prohibición del 'burka' y el 'niqab' aprobada este viernes por el Ayuntamiento de Lérida "no puede entenderse como un ataque o una marginación de la comunidad musulmana en España" aunque, a su juicio, la cuestión debiera regularse a nivel nacional.
En declaraciones a Europa Press, Algora incidió en que la comunidad musulmana, estimada en un millón y medio de personas en España, "no puede sentirse automarginada ni pensar que es un ataque a su cultura" porque "en las sociedades hay normas que afectan a todo el mundo", como en el caso de la vestimenta en las escuelas, a las que "no se puede ir vestido, por ejemplo, de nazareno".
A juicio de la especialista, es procedente la prohibición de estas dos vestimentas que cubren por completo el cuerpo de la mujer y que son propias de países "con una mayor ortodoxia" en su práctica religiosa, ya que la sociedad española "camina hacia una multiculturalidad que tiene que tener ciertos límites".
Sin embargo, opina que la decisión no puede quedar en manos de instituciones particulares como ayuntamientos o centros educativos, sino que debe mantenerse "un profundo debate" a nivel nacional cuyos responsables habrán de "contar con un consenso social" y asesoramiento de "expertos" para "establecer unas normas y distinguir unas costumbres que se pueden permitir y otras que no".
NO ES LO MISMO EL VELO QUE EL 'BURKA'
En este sentido, Algora incidió en la importancia de distinguir entre prendas como el 'niqab', que sólo deja ver los ojos, y el 'burka', que también los oculta con una rejilla; del velo islámico en cualquiera de sus modalidades ('chador', 'hiyab' o 'shayla', entre otros) que no ocultan el rostro, porque tienen implicaciones culturales muy distintas.
"El velo puede responder a diferentes cuestiones, desde motivos religiosos hasta culturales y hay que saber que muchas mujeres lo llevan sólo por costumbre o tradición, de forma voluntaria, porque se encuentran idenrificadas con esa prenda, por lo que no se puede asociar automáticamente a una posición integrista", explicó.
Según apuntó, aunque "en el caso del 'burka' y el 'niqab', que se dan en países extremistas" son prendas "asociadas con el integrismo" generalmente impuestas por obligación, tras la caída del Gobierno talibán en Afganistán y la desaparición de la imposición del 'burka', "muchas mujeres afganas lo han seguido utilizando porque a veces hay un motivo tradicional y están convencidas de que lo tienen que llevar".
