Actualizado 04/07/2013 21:01

Acción contra el Hambre advierte de que Sahel sigue siendo "epicentro del hambre" un año después de la crisis de 2012


MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

Acción contra el Hambre ha advertido de que Sahel sigue siendo "epicentro del hambre" un año después de la crisis alimentaria de 2012, con 11,3 millones de personas que sufren "inseguridad alimentaria" y 1,5 millones de niños menores de cinco años están en riesgo de padecer desnutrición aguda severa, según las últimas cifras publicadas por Naciones Unidas en su informe de 2013 'Un año sin crisis'.

La organización ha expresado su preocupación ante la inminente llegada de la época de 'soudure' o carestía --periodo que transcurre desde que las familias han agotado sus reservas de alimentos hasta la próxima cosecha-- en muchos países de África Occidental, lo que deriva en una situación de inseguridad alimentaria y nutricional en la región del Sahel.

El director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué, ha lamentado que la mayoría de las personas que viven en la región "están al pelotón de la cola de la lista de Desarrollo Humano, viviendo en un continuo equilibrio que les puede hacer caer al abismo de la crisis aguda al menor incidente político, socioeconómico o meteorológico".

La ONG ha recordado que en la actualidad, según los datos de Naciones Unidas, hay más de 600.000 refugiados y cerca de 440.000 desplazados internos, que han huido de la inseguridad en el norte de Nigeria o del conflicto en Malí, "necesitan ayuda".

NECESIDAD DE AMPLIAR LA RESPUESTA HUMANITARIA

En este sentido, ha alertado de que el llamamiento de la ONU sólo ha recibido el 32 por ciento de la financiación necesaria así como que los sectores claves tales como nutrición, seguridad alimentaria y agua y saneamiento e higiene han recibido únicamente un 35, un 46 y un 10 por ciento respectivamente del dinero requerido.

Para la representante regional de Acción contra el Hambre en Dakar, Anaïs Lafite, la financiación requiere urgentemente un aumento para "ampliar la respuesta humanitaria y prevenir la pérdida de vidas y medios de vida". No obstante, ha asegurado que la financiación a corto plazo "no garantiza el éxito en el restablecimiento de los niveles inaceptablemente altos de desnutrición aguda que asola el Sahel."

La organización ha denunciado también que, a pesar de las buenas cosechas que han mejorado la disponibilidad de alimentos, el alto precio de los productos básicos tiene "un efecto directo" en las familias con menos o con ningún recurso, que dependen de los mercados para responder a la mayoría de sus necesidades alimentarias.

Además, ha explicado que las inundaciones en el norte de Nigeria --una zona que produce el 50 por ciento de los cereales del Sahel-- y la inseguridad reinante en Nigeria y Malí, han tenido "un gran impacto en la producción y distribución de alimentos y en el aumento de los precios".

Ante esta situación, Acción contra el Hambre ha planteado la necesidad de "ampliar la respuesta humanitaria y promover la inversión a largo plazo en programas que aborden las causas fundamentales de la desnutrición y la vulnerabilidad".