MADRID, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Asociación América-España Solidaridad y Cooperación (AESCO), Juan Carlos Rois, denunció hoy que la Fiscalía de Madrid y el Juzgado encargado del Registro Civil van "a la caza" de menores españoles hijos de inmigrantes porque se han incoado "al menos 150" expedientes de revocación de nacionalidad para hijos de ecuatorianos y bolivianos que tras su nacimiento, habían sido declarados españoles de origen.
En declaraciones a Europa Press, Rois explicó el caso concreto de un niño de madre boliviana y dos años de edad, que nació en España y recibió la nacionalidad, pero al que se ha incoado un expediente de revocación porque Bolivia ya reconoce como boliviano a todo hijo de emigrante. Por ello, España entiende que no tiene por qué dar la nacionalidad a estos niños, ya que en ningún caso quedan en situación de apatrida.
Sin embargo, AESCO sostiene que Bolivia exige a los padres realizar una serie de trámites para inscribir al niño cuya resolución puede demorarse meses, un plazo durante el que no tiene patria y "tampoco derechos", lo que según Rois "es intolerable" porque tanto la legislación española como la Convención de Derechos del Niño imponen que ningún menor de edad puede estar en esta situación.
"Una nacionalidad de origen no se puede revocar sino tras un procedimiento declarativo por medio de una sentencia judicial", explicó Rois, para señalar que en el caso concreto de este menor, se ha iniciado "un procedimiento administrativo".
Según los datos de la organización, "en esta situación habría otras 150 personas, principalmente ecuatorianas y bolivianas, con la circunstancia de que el expediente de revocacion se inicia con una providencia que para un ciudadano de otro país es ininteligible, por lo que la gente no sabe que puede reclamar y que tiene que hacerlo para que el niño no quede apatrida".
Ecuador y Bolivia modificaron su Constitución el año pasado para reconocer como nacionales a todos los hijos de sus emigrantes, independientemente del lugar donde nacieran. Desde aquel momento, España dejó de conceder la nacionalidad en origen a los hijos de ecuatorianos y bolivianos, al entender que si su país ya se la reconocía, España no tenía por qué hacerlo, ya que el menor no quedaba en ningún caso en situación de apatrida.
