Actualizado 17/12/2013 22:24

AI dice que la reimplantación de la lapidación en Afganistán "significaría retorno a la brutalidad estatal legalizada"


MADRID, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -

La organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) ha afirmado este martes que la propuesta formulada por un comité afgano dependiente del Ministerio de Justicia de recuperar la lapidación en casos de adulterio "significaría un retorno a la brutalidad estatal legalizada".

Además de la ejecución por lapidación, el comité de la 'sharia' (ley islámica), está considerando también reintroducir en el Código Penal la amputación de miembros y la latigación como castigos físicos por diversos crímenes.

"La lapidación y la amputación son siempre una forma de tortura, y también lo es la latigación tal y como es practicada en Afganistán. Todas estas formas de castigo están estrictamente prohibidas por los tratados internacionales sobre Derechos Humanos, aplicables en el país", ha dicho la investigadora para Afganistán de AI, Horia Mosadiq.

Asimismo, ha destacado que "algunos de estos castigos han sido propuestos para actos que nunca deberían ser criminalizados, como las relaciones sexuales consensuadas entre adultos o la elección de la religión que cada persona decida seguir".

"Cuando Afganistán dejó atrás estos castigos tras expulsar del poder a los talibán hace más de una década se abrió un rayo de esperanza para una reforma progresiva de los Derechos Humanos en el país", ha valorado Mosadiq.

"Que las autoridades afganas estén siquiera considerando un retorno a estas prácticas es inaceptable. Sería una traición al pueblo afgano y un engaño al compromiso del Gobierno con la mejora y monitorización de los Derechos Humanos", ha remachado.

AI se ha sumado así a las críticas vertidas por Human Rights Watch (HRW), que denunció la propuesta formulada por el comité y solicitó al Gobierno afgano que rechace dichas propuestas.

HRW pidió a los donantes internacionales que envíen un "mensaje claro" al presidente afgano, Hamid Karzai, de que la inclusión de la lapidación en el nuevo código penal tendrá un efecto adverso inmediato en la financiación del Gobierno.

"Los donantes tienen que dejar claro que el apoyo internacional al Gobierno afgano no es un cheque en blanco", aseguró el director de HRW para Asia, Brad Adams. "La ayuda internacional debe apoyar a programas de educación y salud, y otras necesidades vitales, ese dinero no debería pagar la vuelta a los abusos de la era de los talibán", agregó.

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