MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
Ecologistas en Acción considera que la dimisión del presidente de ENRESA, Francisco Gil-Ortega, puede suponer la "oportunidad" de enterrar definitivamente el "cementerio" de Villar de Cañas (Cuenca), donde se prevé la construcción del almacén de residuos nucleares de alta actividad y combustible gastado, que considera un "proyecto peligroso, innecesario y politizado".
La organización ha valorado también que la salida de Gil Ortega se produce "en un mes decisivo" para la adjudicación de la obra del ATC y después "de una cadena de ceses sospechosos".
A su juicio, las razones personales que aduce para la retirada, no pueden esconder el malestar ante unas maniobras más que cuestionables del hombre fuerte de María Dolores de Cospedal. Además, recuerda que en su opinión su nombramiento "tuvo una clara motivación política" y que ahora su dimisión "parece estar relacionada con su debilidad política".
La organización cree también que los enfrentamientos políticos dentro del PP han dejado al presidente de Enresa sin sus apoyos.
La ubicación del ATC ha sido cuestionada por la consultora URS y por Ecologistas en Acción y el Consejo de Seguridad Nuclear ha pedido información adicional sobre la seguridad del emplazamiento en el marco del proceso de licitación de la obra.
En definitiva, Ecologistas en Acción estima que las presiones del sector nuclear, intereses de empresas particulares, enfrentamientos internos del Partido Popular han resultado "un cóctel que propicia la salida de Gil-Ortega".
Por ello, insiste que este es un momento "perfecto para enterrar la idea del cementerio" porque Villar de Cañas "no es el lugar indicado, y este no es el momento adecuado para construir un cementerio, ahora que la mayoría de las centrales han construido o proyectan almacenes individualizados".
