Actualizado 15/04/2009 20:54

CICR advierte de que el conflicto armado colombiano se sigue cobrando la vida de "decenas de miles" de civiles

BOGOTÁ/GINEBRA, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) advirtió hoy de que el conflicto promovido por los grupos armados en Colombia se sigue cobrando la vida de "decenas de miles de civiles" que son víctimas directas de ataques, amenazas de muertes y reclutamiento forzado.

La Cruz Roja alertó en un comunicado de que en los últimos años se ha incrementado el número de familias desplazadas por los enfrentamientos entre los rebeldes que han tomado algunas zonas del país y que luchan por el control del territorio.

"Desgraciadamente demasiados civiles siguen siendo el blanco de los portadores de armas en Colombia", lamentó el jefe de la delegación del CICR en ese país, Christophe Beney, quien ha colaborado en misiones de entrega de secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Beney dijo que el año pasado el CICR registró más de 1.600 presuntas violaciones al derecho internacional humanitario. Entre ellas figuran 300 ejecuciones sumarias, 205 ataques directos contra civiles, 289 desapariciones y 83 casos de desplazamiento forzado.

"Estas cifras ponen claramente en evidencia que las partes en el conflicto no velan lo suficiente por que sus combatientes respeten y protejan a los civiles y a las personas que ya no participan en las hostilidades", agregó.

DESPLAZADOS

Beney destacó que dos de cada tres personas desplazadas que reciben ayuda de la Cruz Roja dicen que han recibido amenazas de muerte, mientras que una de cada 10 ha sido amenazada de ser reclutada en un grupo armado.

"Es preocupante también que el 50 por ciento de las personas que reciben ayuda del CICR son niños y adolescentes y que en el 20 por ciento de los hogares, el único sostén de la familia es la madre. Las mujeres y los niños son particularmente vulnerables a la explotación y a los abusos sexuales cuando se ven forzados al desplazamiento", alertó Beney.

"Dejé mi campo hace dos años, porque no quería cooperar con el grupo armado que controlaba nuestro pueblo", dijo Abelardo Antonio, una víctima del conflicto en el departamento de Putumayo (sur del país), en declaraciones recogidas por el organismo internacional.

Otras de las víctimas, Ignacia María, residente del departamento de Nariño (este), comentó que "diferentes grupos armados pasan por nuestra aldea; cuando algunos deciden quedarse una noche, nos da mucho miedo, y no sé qué hacer para proteger a mis hermanas".

Por otra parte, Beney lamentó que las minorías étnicas como los indígenas y los afrodescendientes hayan sido "duramente" afectados por la violencia. El 22 por ciento de las personas atendidas por el CICR pertenecían a uno de estos grupos.

"Muchas de ellas tienen muy pocas posibilidades de salir adelante en las zonas urbanas, donde las minorías étnicas a menudo tienen que hacer frente a la estigmatización", explicó el jefe de la Cruz Roja en Colombia.

El CICR, que desde 1969 trabaja en Colombia por garantizar los derechos de las víctimas del conflicto armado, comunicó "confidencialmente" a las partes involucradas su preocupación por la situación de los civiles que viven en las zonas donde se producen los enfrentamientos.

En el año 2008, el CICR suministró víveres y utensilios domésticos a más de 73.000 desplazados, un 10 por ciento más de lo entregado en 2007, gracias a que han logrado mejorar su capacidad para llegar a las familias en Nariño, señala el comunicado.