Actualizado 23/05/2013 19:06

El CICR alerta de que miles de personas viven "entre dos fuegos" debido a la reanudación de los combates en RDC

MADRID, 23 May. (EUROPA PRESS) -

El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha advertido este jueves de que miles de personas que viven en zonas del norte de Goma, la capital de la provincia de Kivu Norte, en el este de la República Democrática del Congo (RDC), viven "entre dos fuegos" debido a la reanudación de los combates entre las fuerzas gubernamentales congoleñas y los rebeldes del Movimiento M23.

Según el comunicado divulgado este jueves por el CICR, a comienzos de la semana pasada, se reanudaron los combates con armas pesadas en las colinas de Mutaho, Rusayo y Muja, a unos diez kilómetros al noroeste de Goma.

"Los combates tienen lugar en las cercanías de barrios en los que viven miles de personas, incluidos desplazados internos procedentes de otras ciudades que llegaron al lugar para refugiarse de los enfrentamientos previos", ha declarado la jefa de la subdelegación del Comité en Goma, Rachel Bernhard. "Hoy en día, tantos los habitantes como los desplazados están nuevamente entre dos fuegos, por lo que sus vidas corren peligro", ha proseguido.

Cerca de una quincena de personas, incluidos cinco niños, han resultado heridas por los obuses que han caído entre los días 21 y 22 cerca del campamento de desplazados de Mugunga III, así como en el barrio de Ndosho, en Goma, ha afirmado la institución. Todas ellas han recibido asistencia médica, ha añadido.

"Visitamos los barrios afectados en Goma para evaluar la situación de la población y poder así prestarle ayuda humanitaria de urgencia. Con nuestro socio, la Cruz Roja de la RDC, hemos tomado todas las medidas necesarias para hacernos una idea más precisa de cuáles son las necesidades más urgentes de las personas que viven en las zonas afectadas", ha subrayado Bernhard.

El CICR ha reiterado que "los ataques directos" están prohibidos contra "la población civil" y "los bienes de carácter civil", así como "los ataques indiscriminados". Las partes en el conflicto deben respetar el Derecho Internacional Humanitario y distinguir "en todo momento" entre civiles y combatientes.

Desde noviembre de 2012, el CICR ha reforzado sus actividades en las regiones del este de la RDC, centrándose sobre todo en la atención médica y quirúrgica de las personas heridas por los enfrentamientos y la ayuda humanitaria --principalmente agua, alimentos y artículos de primera necesidad-- a la población desplazada.