Actualizado 30/07/2013 20:37

España es el primer país de la UE y el tercero del mundo en pesca de tiburón

Tiburon
MARIA P.CORREAS


BRUSELAS, 30 Jul. (EUROPA PRESS) -

España es el primer país de la Unión Europea en pesca de tiburón, incluidas especies protegidas, y el tercero del mundo, sólo por detrás de Indonesia e India, según un informe publicado este martes por la organización Traffic, de la que forma parte WWF y que trabaja en colaboración con la convención de Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).

El estudio ha sido encargado por la Comisión Europea para verificar que se cumplen las normas de protección de las especies de tiburón y rayas con valor comercial, algunas sometidas a la sobreexplotación de los pescadores.

Varias de las especies son de crecimiento lento y con escasas crías, lo que les hace más vulnerables al exceso de capturas, según concluyen los autores del informe.

En el ranking realizado por Traffic, a Indonesia, India y España les siguen Taiwán, Argentina, México, Estados Unidos, Malasia, Pakistán, Brasil y Japón; con Francia y Portugal como los primeros países europeos en aparecer, en el décimo y decimotercer puesto, respectivamente.

Traffic alerta de que 20 países suman cerca del 80 % del total de capturas de tiburón, de las que Indonesia e India sumaron el 20 % entre los años 2002 y 2011. España, Francia y Portugal, por su parte, suman el 12 % de la capturas y contribuyen a que la actividad de los Veintiocho representen el grupo con mayor volumen de capturas.

El pasado mes de marzo, la comunidad internacional acordó incluir en el anexo de CITES para especies protegidas varias especies de tiburón para asegurar su conservación, pero "ahora viene la tarea de hacer que estas medidas funcionan en la práctica, porque el tiempo se acaba para algunos" de estos recursos, ha declarado el director del programa marino Traffic, Glenn Sant.

La aplicación de las nuevas disposiciones de CITES acordadas en marzo se ha retrasado hasta septiembre de 2014, con el objetivo de dar tiempo suficiente a las partes para adaptarse a ellas.

Una de las autoras del estudio, Victoria Mundy-Taylor, ha destacado la importancia fundamental de la regulación del comercio para la gestión de estas especies de tiburones, con el objetivo de evitar que el número de ejemplares "siga disminuyendo hasta niveles peligrosos".

Entre las medidas que destaca el informe figura el paso de la Unión Europea para vetar definitivamente el cercenamiento de las aletas de tiburón o 'finning', práctica por la que los pescadores cortaban las aletas del tiburón y arrojaban al mar el resto del ejemplar, de menor interés comercial