Actualizado 17/12/2013 20:47

El fotógrafo de Intermón Pablo Tosco denuncia que Jordania y Líbano han cerrado las fronteras a refugiados sirios

Campo de refugiados de Zaatari
S.ALONSO


MADRID, 24 Ago. (EUROPA PRESS) -

El fotógrafo de Intermón Pablo Tosco, que se encuentra realizando un trabajo de registro documental en las zonas de intervención de la ONG, ha denunciado que Jordania y Líbano han cerrado las fronteras a refugiados sirios "de forma extraoficial" y afirma que éste es uno de los principales motivos por los que más de 20.000 personas han abandonado el país, en esta última semana, por la frontera con Irak.

En declaraciones a Europa Press, Tosco ha explicado que "Naciones Unidas esperaba la llegada de unos 3.000 sirios a Jordania la semana pasada y, sin embargo, no han podido pasar". "Las familias de Zaatari --principal campo de refugiados sirios en Jordania-- mantienen contacto con familiares y amigos del otro lado de la frontera y también les cuentan que no les están dejando pasar", ha apostillado.

Zaatari, con 125.000 sirios alojados, es "una ciudad en medio del desierto", según define Tosco, que critica las condiciones de vida "precarias" que sufren los refugiados. "Hay muy poco acceso al agua, se distribuye comida de manera escasa --sólo arroz y macarrones-- y apenas hay una letrina por cada 50 personas", ha retratado. En cualquier caso, recuerda que el 80 por ciento de las personas que llegan de Siria están fuera de estos campos.

IMPOTENCIA ANTE LA MASACRE DE DAMASCO

Por otra parte, Tosco ha señalado que "la mayor parte de los refugiados ya sabían que se había producido una masacre en Damasco" en un ataque que, según denuncian las fuerzas rebeldes del país, se ha llevado a cabo con armas químicas. "Ha sido una sensación de desgarro e impotencia. La gente estaba muy afectada e indignada porque tiene familiares y amigos en esas zonas de la capital de Siria", ha sentenciado.

Finalmente, ha reconocido las dificultades que viven las ONG para poder desarrollar su labor en la zona. En el caso de Libano, Tosco explica que el Gobierno decidió no montar ningún campo de refugiados y, por lo tanto, el medio millón de refugiados que se encuentra en el país --según datos oficiales-- "malviven en casas abandonadas o asentamientos espontáneos de cartón y lonas".

"A efectos de intervenir y asistir a la gente resulta muy difícil y, además, carísimo. En algunos casos, se está dando directamente dinero a las comunidades para que puedan acceder a los recursos básicos", ha concluido.

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