Actualizado 04/07/2008 20:16

El hambre pone en peligro la vida de millones de niños en el Cuerno de África, según UNICEF

Uno de cada cuatro somalíes, en riesgo debido a los altos niveles de desnutrición


MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -

El rápido encarecimiento de los alimentos y de los combustibles unido a las sequías, los prolongados conflictos armados, las enfermedades y las altas tasas de pobreza que sufren los países del Cuerno de África sitúan al borde del desastre a millones de niños en Somalia, Etiopía, Eritrea, Yibuti, Kenia y Uganda. La situación es especialmente preocupante en Somalia, país en el que una de cada cuatro personas está en peligro de muerte debido a los altos niveles de desnutrición, según el último informe del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Somalia y Etiopía registran las mayores tasas de desnutrición, pero hay áreas en los demás países de la región donde la situación es igual de preocupante. El actual conflicto armado que viven los somalíes, sin Gobierno central efectivo desde que el dictador Mohamed Siad Barre fuese derrocado en 1991, y los prolongados periodos de sequía e inundaciones que azotan los cultivos del país han situado las tasas de malnutrición aguda por encima del 20%.

En Etiopía, la sequía y los conflictos internos también son la causa de que millones de personas se vean afectadas por la malnutrición y de que, según el Gobierno, haya 75.000 niños severamente desnutridos. El Programa Mundial de Alimentos (PAM), que da asistencia alimentaria urgente a más de 3,2 millones de personas en Etiopía actualmente, pidió ayer una inyección económica urgente para poder atender a todos los etíopes afectados por la desnutrición.

Las zonas pastoriles del norte de Uganda, donde la tasa de mortalidad infantil es un 30% superior a la media del país, se enfrentan a una nueva ola de malnutrición a causa de las inundaciones, las sequías y las epidemias que afectan al ganado desde el año pasado, situando las tasas de malnutrición por encima del 15% el pasado mes de febrero. "La desnutrición será una barrera difícil de superar para los menores en la zona, quienes se enfrentan a un alto riesgo de contraer enfermedades como la malaria y la neumonía", señaló UNICEF.

En el norte y en el noroeste de Kenia, donde la mayor parte de la población se dedica al pastoreo, se registran también altas tasas de malnutrición debido a la escasez de lluvias. Según el Fondo de la ONU para la Infancia, 1,2 millones de personas, la mayoría niños, necesitan asistencia alimentaria urgente. La inseguridad alimentaria sigue creciendo debido a los incidentes violentos que sucedieron a las elecciones del pasado mes de diciembre, que obligaron a suspender los cultivos y a abandonar sus hogares a decenas de miles de personas.

"HAY QUE ACTUAR YA"

"Hay que actuar ya para salvar las vidas de los niños", señaló hoy el director regional de UNICEF para el este y el sur de África, Per Engebak, quien pidió a la comunidad internacional y a los gobiernos de la región "acciones comprometidas, proactivas y decisivas" para "ayudar a reducir las múltiples amenazas a la supervivencia de los niños y sus familias en el Cuerno de África".

"Los signos de la crisis están ahí, los gobiernos y los aliados internacionales deben hacer caso a estos signos y actuar rápidamente", indicó Engebak, quien añadió que si se actúa urgentemente se podría evitar un "desastre" en los próximos meses.

En un comunicado emitido hoy, el Fondo de la ONU para la Infancia aseguró que para evitar un desastre humanitario de gran envergadura en el Cuerno de África, la comunidad internacional y los donantes necesitarán el apoyo absoluto de los gobiernos de la región para estabilizar la situación y coordinar respuestas efectivas.

Además, UNICEF aseguró que se necesitan acciones y recursos para asegurar suministros humanitarios y servicios básicos para las poblaciones afectadas, así como un correcto funcionamiento de los mecanismos de distribución de alimentos y de la ayuda.

LA SOCIEDAD CIVIL PIDE AL G8 QUE ACTÚE CONTRA LA CRISIS

Diversas ONG han pedido en los últimos días a los líderes del G8, que se reúnen la próxima semana en la localidad japonesa de Hokkaido, que adopten medidas concretas para ayudar a las personas más afectadas por el acelerado encarecimiento en el precio de los alimentos.

Médicos Sin Fronteras apeló a los dirigentes de las ocho naciones más ricas del mundo para que "tomen decisiones contundentes" y proporcionen "fondos suficientes para los programas nutricionales y de ayuda alimentaria dirigidos a los niños", con el objetivo de reducir la desnutrición en el mundo. Según esta organización, entre tres y cinco millones de niños menores de dos años mueren anualmente por causa del hambre.

Por su parte, el consejero de seguridad alimentaria de Acción Contra el Hambre, Devrig Velly, denunció que "las naciones del G8 tienen mucha responsabilidad en la situación que vive actualmente el mundo" e indicó que "deberían comprometerse con el objetivo de terminar con el hambre, un paso fundamental para aliviar el sufrimiento humano".

Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en el mundo hay cerca de 862 millones de personas que sufren hambre y desnutrición. La cifra crecerá durante los próximos años debido al alza registrada por alimentos básicos como el arroz, alimento fundamental en la dieta de 3.000 millones de personas, que ha aumentado más de un 50% en los últimos meses.