MADRID, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las organizaciones Human Rights Watch (HRW) y Amnistía Internacional (AI) han denunciado este viernes la decisión del tribunal de Moscú de multar a la ONG rusa Golos, y a su directora, Liliya Shibanova, por no querer registrarse como "agente extranjero" y han destacado que esto es un "indicador alarmante" del futuro que le espera a la sociedad civil en el país europeo.
Golos ha sido la primera ONG rusa multada con 300.0000 rublos (casi 7.500 euros) y a Shibanova con 100.000 rublos (casi 2.500 euros) por su rechazo a registrarse como "agente extranjero", tal y como exige la nueva ley para el control de estas organizaciones, de acuerdo con el comunicado de HRW y AI.
La ley de "agentes extranjeros", aprobada el pasado julio, exige a cualquier organización ligada a actividades políticas y financiada desde el exterior a que se registre como un "agente extranjero", un término que para muchos ciudadanos rusos es sinónimo de espionaje.
"El caso contra Golos no debería haber trascendido ni haber prosperado", ha declarado el director de AI para Europa y Asia Central, John Dalhuisen. "La ley de agentes extranjeros es una ley inadecuada que fue aprobada con motivaciones políticas", ha añadido.
Aparte, según un representante de Golos "estos cargos no tienen fundamento". "Creemos que no hay indicios para pensar que Golos actúa como un agente extranjero" ya que "el grupo no ha recibido ningún tipo de financiación de otros países", afirmaba este miembro ayer jueves.
El Centro Regional de Kostroma para el Apoyo de Iniciativas Públicas se enfrentará a cargos similares el próximo lunes 29 de abril por haber organizado una mesa redonda sobre las relaciones entre Estados Unidos y Rusia a la que asistió un diplomático norteamericano, según el comunicado, el cual ha agregado que otros nueve grupos han recibido advertencias oficiales de la Fiscalía.
"AGENTE EXTRANJERO"
"El término 'agente extranjero' es utilizado en Rusia para referirse a los espías o traidores y es muy difícil evitar la sensación de que, al adoptar esta ley, las autoridades rusas han tratado de desacreditar y demonizar a grupos de la sociedad civil que aceptan financiación extranjera", ha subrayado el director de HRW para Europa y Asia Central, Hugh Williamson.
Human Rights Watch ha instado al Gobierno ruso a que ponga fin a la represión contra la sociedad civil y a que respete los derechos civiles y políticos para fomentar un ambiente en el que la sociedad civil pueda prosperar.
A su vez, ha exigido que se deroguen las disposiciones jurídicas "excesivamente restrictivas" y se sigan las recomendaciones de las organizaciones intergubernamentales como el Consejo de Europa y Naciones Unidas para que tanto la legislación como las prácticas rusas estén "en consonancia con el Derecho Internacional".
El Gobierno ruso ha afirmado que los registros de las sedes de diversas ONG son rutinarios y legales, mientras que las organizaciones los consideran como parte de una campaña sistemática del Estado para frenar su actividad.
VIOLACIONES DE DERECHOS
El pasado miércoles, HRW advirtió de que los Derechos Humanos han sufrido una "represión sin precedentes" en Rusia, desde que el presidente, Vladimir Putin, accedió al cargo en mayo de 2012.
Según el informe de 78 páginas divulgado el 24 de abril por Human Rights Watch, desde que Putin es jefe de Estado, las autoridades han introducido una serie de leyes "restrictivas", entre las que se incluye una campaña nacional de registros en oficinas de ONG, acosos, intimidaciones y detenciones de activistas políticos, así como intentos para silenciar a los más críticos con el Gobierno al considerarlos "enemigos clandestinos".
"La decisión es una señal de advertencia a la sociedad civil rusa que supone un precedente terrible", ha enfatizado la subdirectora de HRW para Europa y Asia Central, Rachel Denber. "Las autoridades rusas deberían retirar los cargos contra Golos y agradecer el trabajo de las ONG en lugar de poner trabas", ha proseguido.
