Actualizado 19/12/2013 12:35

HRW denuncia un "ciclo de asesinatos y represalias" entre cristianos y musulmanes en RCA

Advierte de que tanto los antiguos rebeldes de Séléka como las milicias cristianas 'anti-balaka' han cometido "atrocidades"

MADRID, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -

Human Rights Watch (HRW) ha advertido este jueves de que la República Centroafricana ha entrado en un "ciclo de asesinatos y represalias" entre los antiguos rebeldes de Séléka, principalmente musulmanes, y las milicias cristianas 'anti-balaka' que podría descontrolarse, por lo que ha pedido a la ONU que apruebe de forma inmediata una fuerza de paz para el país africano.

"Los brutales asesinatos en República Centroafricana están creando un ciclo de asesinatos y represalias que amenazan con descontrolarse", ha advertido el director de emergencias de HRW, Peter Bouckaert, autor del informe 'Vinieron para matar: escalada de atrocidades en la República Centroafricana'. "El Consejo de Seguridad de la ONU tiene que actuar rápidamente para frenar esta catástrofe en evolución", ha reclamado.

El informe presentado este jueves, basado una investigación sobre el terreno en la provincia de Ouham (norte), documenta el incremento de la violencia por parte de las milicias anti-balaka (anti-machete en la lengua local) desde septiembre pasado, quienes han asesinado a cientos de musulmanes, quemado sus casas y robado su ganado.

Por su parte, los antiguos rebeldes de Séléka, principalmente musulmanes y que derrocaron el pasado mes de marzo al entonces presidente, François Bozizé, respondieron con ataques contra los cristianos con el aparente beneplácito de sus comandantes, según la ONG.

Las milicias anti-balaka, que incluyen grupos de defensa locales y a soldados leales a Bozizé, llevaron a cabo "ataques coordinados en septiembre contra comunidades musulmanas y posiciones de los ex Séléka cerca de Bossangoa", la capital provincial. Aunque estas milicias se definen como "fuerzas de autodefensa" para proteger sus localidades, según HRW "sus acciones y retórica son a menudo violentamente antimusulmanas".

Así, los investigadores de HRW han podido documentar varios casos de ejecuciones, como el de una madre que vio como estos grupos degollaban a su hijo de 3 años y a otros dos niños, o el de un hombre al que los 'anti-balaka' mataron, también degollados, a sus dos mujeres y sus diez hijos.

Tras estos ataques, los antiguos Séléka en esta provincia se retiraron a Bossangoa, donde actuaron en "venganza contra los residentes cristianos, asesinando a muchos de ellos y prendiendo fuego a sus casas", además de atacar a "agricultores cristianos", según el comunicado de HRW, que precisa que esta actuación "parece haber contado con el respaldo de altos comandantes en Bossangoa".

"ABUSOS GRAVES"

Además, según la organización internacional, siguen produciéndose "abusos graves" tanto en el norte como en Bangui, la capital. En este sentido, denuncia el asesinato de once musulmanes por los 'anti-balaka' el 5 de diciembre en Bossangoa y la muerte de entre 400 y 500 personas en Bangui como consecuencia de la violencia entre ambos grupos.

Sin embargo, "estos últimos asesinatos son solo una fracción de los serios abusos contra los civiles desde que Séléka tomó el poder en marzo", ha advertido HRW. Asimismo, ha subrayado que la reciente ola de violencia en el norte ha generado "una crisis humanitaria" en el norte, ya que se han destruido cosechas y en Bossangoa unos 40.000 cristianos desplazados han tenido que buscar refugio en una iglesia católica.

Los trabajadores humanitarios han tenido dificultades para prestar asistencia, especialmente ayuda médica de emergencia, y algunos cooperantes han sido incluso objeto de ataques, denuncia la organización.

FUERZA DE PAZ DE LA ONU

Por todo ello, ha reclamado que "el Consejo de Seguridad debería autorizar inmediatamente una misión de mantenimiento de paz de la ONU" que "debería contar con un fuerte mandato y los medios para proteger a civiles, promover los Derechos Humanos y crear un entorno que facilite el reparto de ayuda humanitaria".

"Es crucial un apoyo urgente para el mantenimiento de la paz en República Centroafricana para llevar estabilidad ante una situación tensa, proteger a la población de los abusos y garantizar que la ayuda humanitaria llega a los que están en grave riesgo", ha reclamado Bouckaert, que ha alertado de que "hay muchas posibilidades de que haya más violencia masiva".

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