Actualizado 23/01/2013 15:14

HRW denuncia que los rebeldes sirios destruyeron "deliberadamente" lugares religiosos en 2012


MADRID, 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

La organización Human Rights Watch (HRW) ha denunciado este miércoles que grupos de insurgentes sirios destruyeron "deliberadamente" lugares religiosos en las provincias de Latakia e Idlib en noviembre y diciembre de 2012.

"La destrucción de lugares de culto está fomentando los temores sectarios y agravando la tragedia del país, en el que decenas de miles de personas han muerto", ha subrayado la directora de HRW para Oriente Próximo, Sarah Leah Whitson.

"Siria perderá su riqueza cultural y su diversidad religiosa si los grupos armados no respetan los lugares sagrados. Los líderes de ambos lados tienen que mandar un mensaje, en el que se diga que quienes ataquen estos lugares tendrán que rendir cuentas", ha añadido.

Los investigadores de HRW han llevado a cabo una investigación de cuatro días en aldeas principalmente suníes, alauíes y cristianas --de Latakia e Idlib-- controladas por los rebeldes, para recabar datos sobre los abusos cometidos tanto por las fuerzas de Bashar al Assad como por los insurgentes. En concreto, en los barrios de Zarzour, Ghasaniyeh y Jdeideh, la organización ha encontrado evidencias de que los ataques contra minorías religiosas se produjeron una vez que los rebeldes se hicieron con el control del territorio.

Además, los residentes han declarado que los insurgentes saquearon algunas viviendas y secuestraron a dos ciudadanos de Ghasaniyeh y Jdeideh. La ONG no ha podido determinar si el saqueo y el secuestro han sido ataques de naturaleza religiosa. Por otro lado, los medios han indicado que los saqueos y secuestros de suníes se han producido en áreas controladas por los detractores de Al Assad.

Los residentes de Zarzour, una aldea cuya población es principalmente suní, han comentado que sus vecinos chiíes han huido por temor a las represalias. A su vez, los ciudadanos de Ghasaniyeh y Jdeideh han indicado que sus vecinos han huido por las terribles condiciones humanitarias, el miedo a los insurgentes y el miedo a los ataques aéreos y a la artillería de las fuerzas gubernamentales.

Previamente, Human Rights Watch había registrado la destrucción de una mezquita en Taftanaz, en Idlib. El ataque fue perpetrado por las fuerzas de Al Assad.

Según la organización, mientras algunos líderes de la oposición han prometido proteger a todos los sirios, en la práctica, no han sabido abordar adecuadamente los ataques injustificados contra los lugares de culto de las minorías. HRW ha instado a los rebeldes a que protejan los lugares religiosos que estén en las áreas bajo su control y a que sancionen a aquellos que lleven a cabo saqueos o secuestros.

Según el Derecho Internacional Humanitario, las partes que libran un conflicto armado tienen prohibido apoderarse, destruir o hacer daño intencionado a edificios o instituciones religiosas, así como robar, saquear y cometer actos de vandalismo contra los bienes culturales importantes.