Actualizado 01/04/2013 12:34

HRW exige a Birmania que investigue la muerte de 40 personas por violencia religiosa el pasado mes de marzo

MADRID, 1 Abr. (EUROPA PRESS) -

La organización Human Rights Watch (HRW) ha exigido este lunes al Gobierno birmano que investigue "a fondo" y que castigue a los responsables de las muertes de al menos 40 personas entre los días 20 y 22 de marzo en Meiktila, en el centro de Birmania, y que se comprometa a combatir la impunidad, promover la tolerancia entre grupos religiosos y poner fin a la discriminación que existe contra las comunidades musulmanas en el país.

De acuerdo con un comunicado difundido por la ONG, al menos 40 personas perdieron la vida y otras 61 resultaron heridas en los enfrentamientos entre musulmanes y budistas en Meiktila, en la región de Mandalay, a finales de marzo. HRW ha estimado, tras el análisis de imágenes vía satélite, que, además, 828 edificios fueron "totalmente destruidos" y otros 35 resultaron "parcialmente dañados".

"El Gobierno tiene que investigar a los responsables de la violencia producida en Meiktila y a la Policía por su incapacidad para evitar los asesinatos sin sentido y los incendios provocados en vecindarios enteros", ha declarado el director de HRW para Asia, Brad Adams. "Tras los recientes enfrentamientos sectarios en el estado de Arakán, el Gobierno birmano tiene que aprender la lección y reforzar así la capacidad de la Policía para contener la violencia y proteger la vida de las personas y la propiedad", ha proseguido.

Según un informe de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), cerca de 12.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares a causa de la violencia en Meiktila y, en estos momentos, se encuentran en refugios establecidos en los alrededores de la ciudad.

La ONG ha destacado que la propagación del sentimiento antiislámico y la intolerancia religiosa es un "reto importante" para los derechos de los musulmanes en Birmania. El Gobierno del presidente, Thein Sein, pidió el 28 de marzo que se hiciesen "grandes esfuerzos para controlar todas las formas de violencia".

Tales esfuerzos tienen que ir acompañados de "fuertes medidas", entre las que se incluyen la rendición de cuentas por parte de quienes planearon, organizaron y llevaron a cabo los últimos actos de violencia en la región, según el comunicado de HRW. Asimismo, el Ejecutivo tiene que tomar "medidas urgentes" para garantizar que la Policía responda de "modo imparcial" ante los actos violentos, ha añadido.

"El Gobierno birmano y los líderes de las comunidades políticas y religiosas tienen que poner fin a los discursos de incitación del odio que han generado violencia y discriminación contra las comunidades birmanas", ha subrayado Adams. "La acción decisiva del Ejecutivo, en base al estado de Derecho, es importante para disuadir a los extremistas y a cualquier persona que utilice cualquier forma de violencia económica, religiosa o política", ha agregado.