Actualizado 02/03/2010 14:24

Manos Unidas rinde homenaje a seis de sus "pioneras" en Cantabria, en las que ve un "estímulo" para no "desfallecer"


SANTANDER, 2 Mar. (EUROPA PRESS) -

Manos Unidas rindió hoy homenaje en Santander a seis de sus "pioneras" en Cantabria, que son un "espejo" en el que mirarse y un "estímulo" para seguir impulsando la acción de la organización sin "desfallecer".

La presidenta nacional de Manos Unidas, Myrian García Abrisqueta; el presidente regional, Juan Luis Alonso, y el obispo de Santander, José Vilaplana, presidieron el acto de reconocimiento, celebrado en las instalaciones del Obispado y al que también se sumaron representantes del Gobierno regional y el Ayuntamiento de Santander.

Todas ellas siguen hoy en activo, colaborando con Manos Unidas, incluso la más mayor, María del Carmen Martínez Osorio, de 96 años de edad, que fue presidenta de la asociación entre 1972 y 1977.

Junto a ella, también han sido reconocidas María Luisa Bernal Chico, María Dolores Soberón Fernández (presidenta entre 1977 y 1981), Benita Sierra Badía, Remedios Cobo Ruiz (vicepresidenta de 1988 a 1994) y Manuela Cobo Ruiz (presidenta entre 1994 y 2001 y vicepresidenta desde 2008).

Sólo las cuatro últimas han podido asistir al acto, en el que recibieron como señal de agradecimiento la segunda edición del libro de la historia de los 50 años de Manos Unidas, junto con una bendición especial del obispo, unos presentes que también se hará llegar a las otras dos.

El prelado cántabro destacó que se trata de un homenaje "merecido" a unas mujeres que son un "espejo donde mirarse" y un "estímulo que alienta e impulsa" a seguir con su trabajo de lucha contra el hambre y la pobreza.

Jiménez Zamora recordó que en la primitiva iglesia los pobres estaban donde vivía el obispo y también ahora quiere que sea así en la Diócesis, porque son "los preferidos de Dios".

El obispo animó a seguir luchando contra la pobreza y, en esta línea, recordó una de las iniciativas que se ponen en marcha en la Diócesis cántabra coincidiendo con la Cuaresma, la campaña 'Comparte, ayuna y ora', que reparte huchas solidarias para recaudar fondos para varios proyectos.

SERVICIO Y ENTREGA

El prelado también incidió en la importancia de ser agradecidos, reconocer y no tener "amnesia" sobre la labor desarrollada por personas como las mujeres reconocidas hoy. En esta línea, la presidenta nacional de Cáritas agradeció a estas seis mujeres su "entusiasmo, servicio y entrega", así como sus "desvelos para hacerse oír y mover las conciencias y los corazones".

Según dijo, a veces no es tarea fácil llegar a la gente, máxime en un tiempo como el actual de "apatía", pero hay que seguir "perseverando" y no "desfallecer en dar a conocer las situaciones de injusticia que provocan el empobrecimiento".

Algunas de las homenajeadas restaron importancia a la labor realizada y, además, quisieron compartir el reconocimiento con otra voluntaria que, en palabras de Manuela Cobo Ruiz, "merecía" ser también reconocida por sus más de 40 años de dedicación a Manos Unidas. Se trata de Marta Fernández, a la que también se entregó el libro del aniversario de la asociación.

Tras la entrega de los presentes, algunas de estas 'pioneras' de Manos Unidas dejaron constancia de su satisfacción por haber podido colaborar con la asociación.

Así, Benita Sierra Badía rechazó que se le den las gracias a ella que, según dijo, ha hecho "lo que tenía que hacer". "Manos Unidas me ha dado a mí más de lo que yo he dado a Manos Unidas", afirmó la voluntaria, una idea que refrendó también Remedios Cobo Ruiz, quien aseguró que Manos Unidas les ha dado "mucho más" de lo que ellas han podido dar.