Actualizado 28/01/2010 14:22

Oceana reclama protección "eficaz" para más de 400 especies marinas europeas, entre ellas, la anchoa

A través de su inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en la Directiva Hábitats


SANTANDER, 28 Ene. (EUROPA PRESS) -

Oceana ha pedido la protección "eficaz" para más de 400 especies marinas europeas, entre las que se encuentra la anchoa, a través de su inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en la Directiva Hábitats, la norma legislativa medioambiental más importante de la Unión Europea.

En su informe Especies amenazadas, consultado por Europa Press, la organización internacional de conservación marina presenta un estudio pionero que unifica por primera vez los listados de todos los convenios internacionales, con el fin de alertar sobre la "descoordinación" que existe entre ellos y la falta de conocimientos científicos sobre el medio marino.

En dicho listado, en el que aparece el boquerón o anchoa, sólo se enumeran aquellas especies que ya están incluidas dentro de algún anexo de una convención internacional, legislación europea, catálogo nacional o regional y clasificaciones de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).

La intención es, como primer paso, unificar los listados contando con especies para las cuales ya existe un consenso científico y político sobre su necesidad de protección. Según Oceana, a ellas habría que sumar otras muchas que, gracias a los avances en la investigación marina, van contando con nuevos datos sobre su estado y vulnerabilidad y, por tanto, pueden ser también añadidas.

Oceana destacó que el año 2010, como Año Internacional de la Biodiversidad, "no debe dejar a un lado el medio marino", y criticó que la representatividad de especies marinas protegidas en Europa y en España es "minúscula".

Al respecto explicó que la Directiva Hábitats recoge alrededor de 1.182 especies, de las que sólo 14, más dos taxones, son marinas. El Catálogo Español -actualmente en proceso de revisión- tiene 39 entre las más de 600 que incluye.

Ricardo Aguilar, director de Investigación de Oceana Europa, explica que "las amenazas que afectan a las especies marinas son múltiples, desde la sobrepesca hasta el cambio climático. Esto, sumado al desconocimiento que hay sobre los océanos, nos obliga a tomar medidas inmediatas en la conservación de especies conocidas y a aplicar el principio de precaución en aquellas sobre las que no hay datos", señala.

DESPROPORCIÓN

La organización conservacionista destaca que además de ser imprescindible aumentar el conocimiento científico, hay "gran desproporción" entre especies marinas y terrestres en los listados de los distintos convenios.

Así, la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) clasifica 45.000 especies de animales y plantas, pero solo un 5,6% son del mar y de éstas, casi un tercio aparece en la categoría de 'Datos Insuficientes'.

Destaca además que muchas de las especies que sí son evaluadas carecen después de protección bajo la Directiva Hábitats. Es el caso del mero, que está 'En Peligro'; y del cazón y el bacalao, ambos clasificados como 'Vulnerables' debido a la fuerte explotación comercial.

Con un trabajo inédito hasta ahora, Oceana ha unificado en un solo listado las especies marinas ya catalogadas bajo algún convenio nacional, regional o internacional, o cuya protección recomiendan los expertos. La propuesta incluye más de 60 géneros de corales y decenas de gorgonias, de los que en la mayoría de los casos sólo está prohibido su comercio internacional mediante CITES.

Además, el informe incluye un centenar de especies de elasmobranquios (rayas y tiburones), especialmente amenazados en el Mediterráneo, pero no presentes en el Catálogo Español ni en la Directiva Hábitats. Entre ellos están la mielga, el pez ángel, la tintorera, el pez martillo, o la manta raya.

"Esto solo es un mínimo en la protección de las especies marinas europeas y debe ser asumido por legislaciones europeas y nacionales si queremos avanzar en conservación marina. Al tiempo, los convenios deben incluir mecanismos de actualización permanente de especies protegidas según avanzan los conocimientos científicos, algo con lo que no cuenta la Directiva Hábitats", afirma Ricardo Aguilar.