MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
El fundador y presidente de la ONG Mensajeros de la Paz, el padre Ángel García, ha cogido un avión este viernes con destino a Lampedusa, frente a cuyas costas murieron este jueves al menos 110 personas, de las cuales 49 eran mujeres y cuatro niños. El sacerdote, que lleva a las víctimas ayuda económica, ropa y sobre todo, cariño, critica que los gobiernos solo hagan leyes "inhumanas" que impiden la entrada de inmigrantes.
En declaraciones a Europa Press poco antes de tomar el avión, el padre Ángel ha destacado que lo "más doloroso" es ver cómo la comunidad europea y la comunidad internacional "insisten en hacer leyes y leyes para impedir ayudar a esta gente". De hecho, cree que si los barcos que no ayudaron a los inmigrantes muertos frente a la isla de Lampedusa les hubieran ayudado, también les hubieran penado.
"Tienen que cambiar las leyes, no es posible que estemos con los brazos cruzados ante unas leyes como estas, cara a la inmigración. Lo que están haciendo no es posible, no solo no es cristiano, es que no es humano", ha subrayado.
El sacerdote clama que todas las personas son "ciudadanos del mundo" y que las leyes deben "ponerse en el pellejo del otro, de un pobre padre o madre que se muere, que no tiene qué dar de comer a sus hijos y que quiere pasar de un lado a otro". "¿Cómo no se les va a dejar?", ha exclamado.
"Existen leyes para que un yogur caduque a los dos días o a los dos meses pero que en un cayuco de estos se mueran cientos de inmigrantes les importa un comino", ha apuntado, al tiempo que ha invitado a alzar la voz, a decir "basta ya".
Ante esta tragedia, el padre Ángel ha aplaudido la "voz potente y valiente" del Papa Francisco y comparte su "vergüenza" pues, en esta ocasión, "no es solo que hayan muerto sino que no les han auxiliado". Por ello, vio que el Papa Francisco estaba "compungido" como "un padre al que se le van los hijos".
Según ha indicado el sacerdote, Mensajeros de la Paz está presente en Roma desde hace 15 años y desde allí están intentado ver qué ayuda pueden ofrecer. No obstante, considera que ahora lo más necesario es estar "cerca de la gente" y "compartir su dolor".
Además, ha señalado que intentará saludar a la alcaldesa de Lampedusa, a la que ve como "una mujer valiente y fuerte" que, según recuerda el padre Ángel, escribió a la comunidad internacional para decir que tendría que agrandar el cementerio y que ha invitado al ministro del Interior de Italia a ir con ella a contar los cadáveres.
