BRUSELAS, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La organización ecologista Greenpeace criticó hoy el nuevo sello para biocombustibles sostenibles y las directrices que le acompañan que fueron presentados este jueves por la Comisión Europea, al considerar que se trata de una medida insuficiente que "sólo refleja una parte de la foto" y que no aborda con garantías el riesgo de desforestación y el uso indirecto del suelo.
El sistema de certificación que ha creado Bruselas será de carácter voluntario y se concederá a las empresas que se sometan a una auditoría independiente para acreditar que en toda la cadena de producción del biocarburante, desde la cosecha de la materia prima, se han respetado los criterios sostenibles de la UE.
Sin embargo, la ONG considera que las nuevas directrices comunitarias "no tienen el alcance necesario" para evitar un aumento "dramático" de la deforestación y de las emisiones contaminantes.
Además lamenta que no aborden de pleno el problema del uso indirecto del suelo, es decir, de cultivos tradicionales que son desplazados a otros terrenos debido a la expansión de los dedicados a biocarburantes.
A través de un comunicado, el director de Greenpeace para el área de políticas europeas de bosques, Sebastien Risso, alertó de que la producción de biocarburantes "sucios" puede agravar el cambio climático y la destrucción de las selvas tropicales.
"Bajo el plan actual, el objetivo europeo de recortar su huella de carbono podría de hecho empeorar el problema por utilizar biocombustibles", aseguró Risso, que explicó que "los peores biocombustibles son más contaminantes que el petróleo".
Greenpeace reconoce que las normas comunitarias "cierran un vacío legal" que existía para la conversión de la selva tropical en plantaciones para producir aceite de palma, pero lamenta que se trata de directrices "demasiado débiles" para frenar la conversión de otro tipo de terrenos forestales.
