Actualizado 11/02/2013 17:50

Varias ONG denuncian que Malí se unió en 2012 a la lista de países que reclutan a niños y niñas soldados

Miles de niños son utilizados "para cometer atrocidades" y están expuestos a "enormes riesgos"


MADRID, 11 Feb. (EUROPA PRESS) -

Varias ONG han denunciado este lunes que Malí ha pasado a engrosar la lista de los ahora 17 países --Afganistán, Chad, Colombia, Filipinas, India, Irak, Libia, Birmania, Pakistán, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Somalia, Sudán, Sudán del Sur, Tailandia, Yemen y Malí--, que reclutan a menores con fines militares.

Con motivo de la celebración del Día internacional contra la utilización de menores soldados (12 de febrero), varias organizaciones entre las que se encuentran AI, Alboan, Entreculturas, Fundación El Compromiso y Save the Children han alertado de la posibilidad que el número de estados que apoyen esta actividad aumente en los próximos meses.

"Tenemos que lamentar el retroceso que supone el aumento del número de países que reclutan menores soldados", ha declarado el responsable del trabajo sobre menores de AI, Carlos Sanguino. El pasado mes de enero, Amnistía "pudo constatar cómo grupos islamistas armados están reclutando menores de entre 10 y 17 años y sólo el pasado 20 de enero, al menos cuatro de estos niños soldados murieron durante los combates entre los grupos armados islamistas y fuerzas militares malienses y francesas, que tomaron la ciudad de Diabaly", ha añadido.

De acuerdo con el comunicado de las organizaciones, cada día miles de niños y niñas que participan en conflictos armados son utilizados "para cometer atrocidades, sufren malos tratos y vejaciones, violaciones o se convierten en testigos de asesinatos".

A pesar de que los menores "no participan siempre en los combates", en ocasiones, tienen asignadas funciones de apoyo que los exponen a "enormes riesgos", como tener que transportar a soldados heridos, munición, ser espías y en el caso de las niñas, a veces son obligadas a servir de esclavas sexuales, según las ONG.

AVANCES DURANTE 2012

A lo largo de 2012, se produjeron avances para poner fin al reclutamiento de menores soldados, gracias a, entre otras medidas, dos sentencias impuestas por el Tribunal Penal Internacional (TPI) y el Tribunal Especial para Sierra Leona al sentar jurisprudencia innovadora, respecto al reclutamiento y utilización de menores en conflictos armados, según el comunicado.

Por un lado, el 14 de marzo, el TPI condenó a 14 años de cárcel al antiguo señor de la guerra Thomas Lubanga Dyilo, por cometer crímenes de guerra en relación con el reclutamiento de niños soldados en la región de Ituri, en el noreste de la República Democrática (RDC).

Por otro, el 26 de abril, el Tribunal Especial para Sierra Leona declaró al ex presidente de Liberia Charles Taylor culpable de complicidad con el Frente Revolucionario Unido (FRU) en la perpetración de crímenes de guerra durante la guerra civil que vivió Sierra Leona entre los años 1991 y 2002, entre los que se incluye la utilización de menores soldados.

"Las dos sentencias sientan importantes precedentes y sirven para advertir claramente a quienes hayan cometido crímenes de guerra y de lesa humanidad en todo el mundo, que sus actos no quedarán impunes", ha manifestado la responsable de Incidencia Política de Save the Children, Yolanda Román. "Esperamos que éstas sirvan para que se pongan en práctica políticas concretas para garantizar que se cumpla el Derecho Internacional y evitar que se sigan reclutando menores soldados por parte de los grupos armados", ha agregado.

LOS NUEVOS RETOS

El próximo 18 de marzo, Naciones Unidas podría pronunciarse sobre la puesta en marcha de un tratado internacional para el control del comercio de armas, que regularía la transferencia de armas a países en los que se utilicen para cometer violaciones de Derechos Humanos, de acuerdo con el comunicado.

"Los niños que son utilizados como soldados no pueden ser considerados culpables, deben ser tratados como víctimas y se debe seguir apostando por políticas que favorezcan su reinserción en la sociedad", ha destacado el responsable de proyectos África de Entreculturas, Pablo Funes.

"Nos adiestraban para disparar apuntando al corazón o a los pies. Antes del combate, teníamos que comer arroz mezclado con un polvo blanco y una salsa con un polvo rojo. También nos ponían inyecciones. A mí me pusieron tres. Después de esas inyecciones y de comer el arroz mezclado con el polvo, me convertía en un vehículo de motor, podía hacer cualquier cosa por mis dueños", señaló en enero un menor soldado reclutado por grupos armados islamistas.