BRUSELAS, 19 Dic. (EUROPA PRESS) -
Los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintiocho pedirán mañana reforzar las operaciones de vigilancia de la Agencia Europea de Control de Fronteras (FRONTEX) en el Mediterráneo con el fin de prevenir la muerte de inmigrantes en naufragios, como el registrado el pasado octubre frente a las costas de la isla italiana de Lampedusa y reclamarán "solidaridad" con los Estados miembros que sufren mayor presión migratoria.
"El Consejo Europeo reitera su determinación de reducir el riesgo de que ocurran en el futuro nuevas tragedias de este tipo", señala el borrador de conclusiones de la cumbre, que sin embargo vuelve a retrasar el debate a fondo sobre la política migratoria de la UE a junio de 2014. Esta cuestión enfrenta a los países del sur -en particular Italia, España, Malta o Grecia- con los nórdicos.
Los líderes europeos se limitan a respaldar la puesta en marcha de las 38 medidas concretas que ha identificado la Comisión para evitar catástrofes migratorias. "El Consejo Europeo insta a la movilización de todos los esfuerzos con el objetivo de aplicar las medidas propuestas en la comunicación con un calendario claro", señalan las conclusiones.
Los líderes piden en particular "el refuerzo de las operaciones de vigilancia fronteriza de Frontex y las medidas para combatir el contrabando y tráfico de seres humanos", con el fin de "garantizar que se muestre una solidaridad adecuada hacia todos los Estados miembros bajo una fuerte presión migratoria".
Otra de las prioridades debe ser aumentar la colaboración con los países de origen y tránsito "para evitar que los inmigrantes se embarquen en viajes peligrosos hacia la UE".
"Las campañas de información, los programas de protección regional y los acuerdos de movilidad son componentes importantes de este enfoque global, así como una política de retorno eficaz", señala el borrador de conclusiones, que pide un esfuerzo a los Estados miembros para acoger a demandantes de asilo.
El Consejo Europeo volverá a abordar la cuestión del asilo y la inmigración en junio de 2014 "en una perspectiva política más amplia y a largo plazo". Hasta entonces, se encarga a los ministros de Justicia e Interior que vigilen la puesta en marcha del plan de acción.
El ministro español, Jorge Fernández Díaz, ya ha rechazado convertir a Frontex en una "agencia de salvamento marítimo" porque a su juicio ello generaría un "efecto llamada" a la inimigración.
