Actualizado 22/03/2010 15:47

Unos 300 niños menores de tres años viven con sus madres en las cárceles de Sudáfrica


MADRID, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Departamento de Servicios Penitenciarios de Sudáfrica ha publicado un informe que indica que unos 300 niños menores de tres años viven en prisiones de Sudáfrica por ser demasiado pequeños para separarles de sus madres, según recoge este lunes la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

"Desde la enmienda de la ley de Servicios Penitenciarios de 2008, a los hijos de las mujeres encarceladas sólo se les permite estar con sus madres desde que nacen hasta que tienen dos años. Si permanecen más de los dos años es porque todavía se les está intentando ubicar fuera de prisión con miembros de su familia o con padres de acogida", declaró el portavoz del departamento sudafricano de Servicios Penitenciarios, David Hlabane.

El departamento penitenciario sudafricano comenzó en septiembre de 2009 el Proyecto Imbeleko ('cuidar a los niños' en lengua Zulú) para que mejoren las condiciones de vida de los niños en prisión. El proyecto está concebido para "crear ambientes agradables para los niños en las prisiones mediante el acondicionamiento de las celdas para convertirlas en unidades apropiadas para las madres y sus hijos y decorarlas de una forma diferente, haciendo que sean más estimulantes para los niños y más cómodas para que las madres encarceladas se centren en las necesidades de sus hijos", explicó el portavoz.

"También estamos trabajando con las propias internas para encontrar a las familias idóneas o padres de acogida para los niños de más de dos años. En primer lugar, tenemos que hacer que el preso entienda que la vida entre rejas no está orientada hacia el crecimiento y hacia el desarrollo de un niño", precisó Hlabane.

El Departamento de Bienestar Social ha destinado fondos para que las madres presas reciban ayudas que permitan dar a sus hijos más que sólo la leche en polvo y los alimentos que la autoridades carcelarias les ofrecen. Organizaciones caritativas y familiares de presos han donado ropa para bebés.

Sudáfrica, país firmante de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, ha sido a menudo criticado por organizaciones de defensa de los Derechos Humanos por permitir que los niños pequeños estén en la cárcel con sus madres, alegando que permanecer encarcelados durante largos periodos de tiempo afecta negativamente a los niños.

Un estudio realizado en 2006 por el Instituto Nacional para la Rehabilitación de Delincuentes (NICRO por sus siglas en inglés) mostró que "las actuales instalaciones para los bebés y los niños que permanecen con sus madres en prisión son un entorno restrictivo que dificulta el desarrollo psicológico, cognitivo y social del niño".