Actualizado 10/05/2010 20:47

Blanco cree que el PP tenía decidido de antemano rechazar el pacto educativo y no se molestó en disimular

Lamenta que España no haya dejado atrás la "mala herencia histórica" de que cada Gobierno quiera remplazar la ley educativa del anterior


MADRID, 10 May. (EUROPA PRESS) -

El vicesecretario general del PSOE, José Blanco, opinó hoy que el PP tenía "tomada de antemano" la decisión de no sumarse al pacto educativo propuesto por el Gobierno, que lo hizo por "motivaciones que nada tienen que ver con la política educativa" y que, en esta ocasión, "a los dirigentes del PP no les ha importado que se les note".

En un comentario publicado hoy en su 'blog' de Internet, Blanco estimó que todo ello se deduce de las "las vaporosas e inconexas excusas" con las que la negociadora del PP, su 'número dos', María Dolores de Cospedal, trató de justificar su rechazo al pacto.

El también ministro de Fomento reconoce que el debate educativo en España "ha tenido históricamente un alto contenido ideológico y emocional" porque se la educación se ha considerado el "principal instrumento" para "la hegemonía social de ciertas ideas o creencias" y que "ello ha contaminado de sectarismo las posiciones de unos y otros".

Así, lamentó "la inveterada costumbre de que cada Gobierno pretenda sustituir las leyes educativas de su predecesor por otras que reflejen mejor su propio modelo de sociedad". "Es una de esas malas herencias históricas que, por desgracia, aún no hemos sido capaces de quitarnos de encima", añadió.

El 'número dos' del PSOE recalcó que en las sociedades demócraticas modernas "se debate mucho sobre educación", pero "no sobre adoctrinamiento, sino sobre capacitación" y formación y "suele haber un consenso sólido" sobre las "esencias ideológicas".

PP VE LA EDUCACIÓN COMO ELEMENTO IDEOLÓGICO

Para Blanco, esa es la perspectiva que el ministro de Educación, Ángel Gabilondo, intentó imprimir a su propuesta de acuerdo, mientras que en el PP "se ha impuesto la visión de la educación como un elemento de diferenciación ideológica".

"Simplemente, no han querido renunciar a utilizar la educación como un arma de campaña electoral con el que marcar territorio, excitar pasiones, movilizar a los fieles y buscar la polarización", añadió el dirigente.

En este sentido, Blanco argumentó que el PP "ni siquiera ha intentado" señalar que puntos de la propuesta de acuerdo educativo eran inaceptables "en términos estrictos de política educativa" y, es más, que "en privado" han reconocido que todas las medidas propeustas eran "razonables".

El problema, concluyó Blanco, es que para el PP "nunca se trató de eso", de lograr un "sistema educativo estable y moderno", sino de "pensar en cómo calentar los mítines de la próxima campaña electoral". "Y esta vez sin disimulos", remachó.