BRUSELAS, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Comisión Europea presentó hoy dos propuestas destinadas a optimizar la respuesta de los Estados miembros a las crisis alimentarias en los países pobres, ya sea cuando se requiere una acción urgente o más a largo plazo en la lucha contra la pobreza y el hambre.
Uno de los Objetivos de Desarrollo del Milenio es reducir a la mitad la población mundial que pasa hambre y, sin embargo, esa cifra no sólo no se ha reducido sino que ha aumentado en los últimos años, indicaron fuentes comunitarias.
Más de un millón de personas sufren la inseguridad alimentaria en el mundo, un dato que para la Unión Europea debe ver "inaceptable" y "estar dispuesta a reaccionar", añadieron.
El comisario de Desarrollo, Andris Piebalgs, dijo que este marco permitirá una ayuda "más estructurada" por parte de la Unión Europea a los países en desarrollo que "se enfrentan al hambre y a la pobreza".
Por su parte, la comisaria de Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, afirmó que "incluso" en situaciones de crisis "hay formas más eficientes" de ayudar a los damnificados que repartiendo comida.
En este sentido, se refirió al suministro de semillas y herramientas o "donaciones de emergencia" con las que la población pueda comprar ella misma los alimentos que necesita y apoyar así a los productores locales.
Con este escenario, Bruselas considera esencial que los Veintisiete avancen hacia una política "integrada" que les permita ofrecer una respuesta coordinada, más rápida y eficaz, ante crisis humanitarias y cuando esté en riesgo la seguridad alimentaria.
También aboga por promover en los países pobres, especialmente en África, un modelo agrícola "sostenible" y respetuoso con el medio ambiente, "adaptado a la realidad" de cada país y mercado, y que garantice el abastecimiento de alimentos "con calidad nutricional".
No todos los países son iguales y por ello habrá que tener en cuenta las especificidades de cada uno, pero hay elementos "clave" que pueden aplicarse a todos, explicaron fuentes comunitarias.
Entre los puntos en común figuran especialmente fomentar las pequeñas explotaciones agrícolas (en donde la mayoría de las veces son las mujeres quienes las gestionan, promover una agricultura sostenible y "aumentar los fondos" destinados a la investigación agrícola orientada a estos objetivos.
Con ello se reforzarán los pilares de la seguridad alimentaria, desde mejorar el acceso a los alimentos y aumentar su producción hasta el cultivo de productos "de calidad y nutritivos", pasando por reforzar la prevención y gestión de crisis.
En cualquier caso, también se apuesta por crear "redes de seguridad" para asistir a quienes "no tengan medios para alimentarse" y en esa línea se incide en que no sólo conviene reforzar la producción en cuanto a la cantidad, sino también en su calidad.
Estas iniciativas que ahora pone Bruselas sobre la mesa deben ser aún debatidas con los Estados miembros y Eurocámara.
