Actualizado 09/02/2010 14:13

El hambre el mundo es una epidemia mundial y un problema silente, afirma Federico Mayor Zaragoza


MADRID, 9 Feb. (EUROPA PRESS) -

El hambre el mundo es "una epidemia mundial y un problema silente" afirmó Federico Mayor Zaragoza en la Real Academia Nacional de Medicina durante 'Hambre, nutrición y crecimiento: una panorámica mundial', la segunda conferencia conmemorativa del 275 Aniversario de la academia.

"Más de 70.000 personas siguen muriendo diariamente en todo el mundo por inanición. Una auténtica vergüenza colectiva si tenemos en cuenta que la inversión en armamento supera los 3.000 mil millones de dólares. Debemos ser conscientes de que la erradicación de la miseria sólo se alcanzará mediante el fomento de un desarrollo global sostenible", dijo el ex director general de la Unesco.

En esta sesión acompañaron al profesor Mayor Zaragoza, los doctores Albert Sasson, ex subdirector general de la Unesco; Ramón Clotet, secretario de la Fundación Triptólemos y Mercedes de Onís, coordinadora de Temas de Crecimiento del Departamento de Nutrición de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Por su parte, el doctor Ramón Clotet, aseguró que el fracaso en la implementación de políticas firmes para combatir el hambre podría dar lugar a una crisis alimentaria de larga duración. "por eso en los países más afectados por el reciente aumento en los precios de los alimentos, es necesario implantar medidas que incrementen la disponibilidad de estos y fortalecer políticas sociales que busquen una solución al impacto negativo sobre los pobres".

LA COMIDA, PRIMERA MEDICINA

La doctora Mercedes de Onís expuso los aspectos y consecuencias médicas que conllevan esta situación. "La urgencia es curar a estos 19 millones de menores de cinco años que sufren falta de alimentación en su fase más grave, ya que de lo contrario cinco millones de ellos acabarán muriendo y el resto padecerá secuelas físicas e intelectuales irreversibles. La comida se convierte así en la primera medicina necesaria".

El aspecto clave en la desnutrición infantil no es la baja talla sino las implicaciones de ésta. Como son el incremento en la tasa de mortandad, la mayor incidencia en enfermedades infecciosas y las enfermedades crónicas transmisibles.

"Existe un mayor riesgo de muerte prematura, de enfermedades infecciosas, de retraso del crecimiento intrauterino y, por otro, un mayor impacto sobre el desarrollo físico y mental, que se plasma en fracaso escolar y en la falta de capacidad laboral durante la vida adulta. De la protección de la infancia depende el futuro de los pueblos", subrayó la doctora Onís.

Durante su intervención, el doctor Albert Sasson, comentó que la crisis económica actual no es sólo una crisis financiera sino también alimentaria y social. "Las décadas de bajas inversiones en agricultura, sumadas a la creciente amenaza del cambio climático, dejan claro que a pesar de los recientes recortes en los precios, la seguridad alimentaria no se puede garantizar y que, de hecho, la situación podría agravarse", señaló.