HUELVA, 27 May. (EUROPA PRESS) -
El delegado de la Junta de Andalucía en Huelva, Manuel Alfonso Jiménez, indicó hoy que se han puesto en contacto con la Administración General del Estado para ver dónde habría que repatriar el cuerpo del menor de 16 años de Guinea Conacry, identificado como A.M. y que apareció muerto el pasado martes en la zona de Los Enebrales, en Punta Umbría (Huelva), pero informó que hasta ahora "no han tenido respuesta", indicando además que están a la espera del pronunciamiento de la autoridad judicial.
En rueda de prensa en Huelva para presentar el balance del Plan Romero 2010, Manuel Alfonso Jiménez matizó, tras las declaraciones del fundador de la Asociación de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel, que lo importante es que "un niño ha perdido la vida", a lo que añadió que no entiende "el nivel de agresividad" en las palabras de éste cuando la Junta está actuando "como le corresponde".
Ayer, el padre Ángel insistió en "la insensibilidad de la Junta" y aseguró que los educadores que se encargaban del menor echan en falta una llamada de consuelo por parte de la Junta de Andalucía, que tutelaba al menor, y lamentó que la Administración regional "sólo se preocupa del papeleo".
Hoy, Alfonso Jiménez señaló al respecto que "ni el padre Ángel ni nadie va a dar lecciones de moralidad a la Junta respecto al derecho de los menores", algo que, según señaló el delegado, "está por encima de todo", a lo que añadió que "no va a polemizar este tema cuando un niño ha perdido la vida". Por último, pidió "sensatez y que cada uno cumpla con su deber".
La autopsia, realizada en el día de ayer al menor, apuntó al ahogamiento como causa de la muerte. El hallazgo del cuerpo tuvo lugar en torno a las 22,00 horas del martes en la orilla del citado espacio cercano al lugar de la desaparición, al parecer consecuencia de lanzarse al agua para ayudar a otras personas.
El suceso tuvo lugar sobre las 16,00 horas del pasado domingo, cuando el joven se estaba bañando en unión de otros compañeros, pertenecientes a la ONG Mensajeros de la Paz. Así, en un momento determinado y según sus cuidadores, el menor se adentró en el mar para auxiliar a otros bañistas, desapareciendo inmediatamente.
