NUEVA YORK, 29 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Misión de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS) ha dado refugio a las 2.500 personas que han huido de la localidad de Pibor, ubicada en el estado de Jonglei (este), a causa de los combates entre las fuerzas gubernamentales y los guardias del ex comandante rebelde James Kuberin.
Al parecer, los enfrentamientos comenzaron el domingo, cuando Kuberin, que en diciembre abandonó las filas rebeldes y se unió al Ejército sursudanés, acudió a Pibor para cortarse el pelo.
Un grupo de militares le instó a no pasearse con sus guardias y "alguien intentó quitarle una granada de mano a uno de los soldados". "Forcejearon y explotó", lo que provocó la muerte del asaltante y llevó al militar a "abrir fuego contra los guardias", según un testigo.
Desde entonces, un soldado ha muerto, de acuerdo con el Ejército, y al menos cuatro personas han resultado heridas, de acuerdo con Médicos Sin Fronteras (MSF), mientras que unas 2.500 personas han huido de Pibor hacia otras localidades sursudanesas.
El portavoz de la ONU Eduardo del Buey ha informado este lunes de que la UNMISS ha comenzado a reubicar a los desplazados internos y a dar asistencia médica a los heridos, dos de los cuales han tenido que ser trasladados a Yuba.
Del Buey ha indicado que "la UNSMISS está en contacto con las Fuerzas Armadas de Sudán del Sur (SPLA) para conocer los hechos y para calmar la situación, en cumplimiento de su mandato de proteger a la población civil".
El portavoz de la ONU ha instado "a todas las partes a cesar la violencia" y, en concreto, ha urgido "a las autoridades a tomar las medidas necesarias para garantizar la seguridad", subrayando que "son responsables directos de lo que le suceda a la población civil".
