Actualizado 10/04/2010 14:10

Permitir que los niños se hagan adultos sin entrar en un cementerio perjudica su formación como personas, según experto

Portada del libro 'Queridos abuelos'
Ediciones CEAC

Los hijos utilizan a los abuelos porque les supone un ahorro de dinero y tiempo en la atención de los pequeños


MADRID, 10 Abr. (EUROPA PRESS) -

Permitir que los niños se hagan adultos sin entrar en un cementerio, acompañar a un familiar en sus últimos momentos o sin velar a un difunto durante toda una noche perjudica su formación como personas ya que se les está evitando un sufrimiento que es inevitable y que forma parte del ciclo de la vida, según explicó el escritor Paulino Castells, autor de la novela 'Queridos abuelos' (Ediciones CEAC).

En una entrevista concedida a Europa Press, incidió en la importancia de que los jóvenes vivan estos tristes momentos y considera "deplorable" las explicaciones "excusadoras" en boca de los padres por no haber permitido que sus hijos asistieran a la "agonía y fallecimiento" de sus abuelos.

"Temíamos que quedaran psicológicamente traumatizados" o "No queríamos que pasaran por este doloroso trance" son algunos de los argumentos que Castells critica y, en este sentido, advierte a los padres de que "no se puede separar ni marginar la muerte de los días pletóricos de vitalidad que han pasado los abuelos".

"Los abuelos, si las circunstancias de edad y desarrollo psicoemocional del niño lo permiten, tienen que morir cogidos de las manos de sus queridos nietos: ¡esto sí que es irse bien de este mundo!", aseveró el autor.

LOS NIETOS, OBLIGACIONES DE LOS ABUELOS

Preguntado por si se vive en una sociedad materialista y egoísta en la que se utilizan a los abuelos porque supone un ahorro de dinero y tiempo en la atención de los hijos pequeños, Castells no les calificó de "abusadores conscientes" pero no descartó la idea de que ignoren las "prioridades" de sus padres, pasando por delante lo que aquellos consideran que son "obligaciones de los abuelos".

"A estos hijos les recordaría que los abuelos no tienen el adverbio 'no' en su vocabulario y en sus labios siempre está presto el 'sí' a cualquier demanda que les hagan los hijos y los nietos. Que tengan pues, consideración y apreciación de lo que realmente pueden ayudar los abuelos, física y psicológicamente, en la estructura familiar", apuntó.

A través de las 224 páginas que componen su libro, Castells también aborda si la desaparición de una única forma de familia influiría negativamente en la valoración de la figura de los abuelos y cree que "sin abuelos a la vista, las familias cojean" porque éstos son "el núcleo de las familias".

Asimismo, considera que conocer sólo a los abuelos de una de las partes cuando se han dado situaciones como una separación traumática --puesto que asegura que esto no sucede en casos de fallecimiento de uno de los progenitores cuando el matrimonio está bien avenido--, representa un "doloroso tema de amputación traumática del árbol genealógico familiar" y advierte de que "más adelante, los hijos les pueden echar en cara esta cruel amputación".

LA ADMINISTRACIÓN DA LA ESPALDA A LOS MAYORES

Por otra parte, Castells critica que tanto la sociedad, "y su Administración representante, viven de espaldas a las personas mayores, sin darse cuenta de que es precisamente este indicativo el que informa del índice de sensibilidad que tiene el colectivo social".

"Faltan medios, faltan ayudas a las situaciones de dependencia familiar, faltan talleres y residencias adecuadas para los ancianos", señaló, al tiempo que "lanzó un grito desesperado de urgencia para quien corresponda" afirmando que: "No es de justicia que una miembro de la familia, habitualmente mujer y habitualmente una hija, tenga que hacerse cargo las 24 horas del día de los 365 días del año de su padre o madre en situación total de dependencia".

Finalmente, apuntó que la familia está sufriendo "furibundos ataques desde múltiples ámbitos sociales" y señaló que "los que la quieren ver desaparecer no se dan cuenta de la tremenda irresponsabilidad en que incurren, porque las consecuencias a estos intentos de aniquilación de esta institución afectarán a todos los ciudadanos y, especialmente, a los más débiles: los abuelos y los niños", concluyó.