Actualizado 22/02/2013 16:39

El primer español en salir del corredor de la muerte: "La prisión permanente revisable no es buena solución para España"

Joaquín José Martínez
EUROPA PRESS


MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

El primer español y europeo en salir del corredor de la muerte en Estados Unidos, Joaquín José Martínez, ha señalado que la prisión permanente revisable "no es una buena solución" para España y, aunque apuesta por un "estricto cumplimiento de las condenas", cree que el Gobierno no puede dejarse llevar por las emociones de las familias de las víctimas a la hora de legislar.

En una entrevista a Europa Press, ha asegurado que entiende la "rabia" de familias como la de Marta del Castillo y comprende que, en su situación, "exijan las máximas penas para los asesinos de su hija". Sin embargo, cree que el Ejecutivo "debe centrarse en que se cumplan las condenas en lugar de aumentarlas, tanto si se trata del chico de la esquina como si es el caso de un político".

Tras su intervención en la Jornada Universitaria sobre la Pena de Muerte, organizada por Helsinki España - Dimensión Humana, Martínez ha reconocido que desde EEUU se ve al sistema de justicia español como "muy debil", pero duda de que el borrador del anteproyecto de ley de reforma del Código Penal que incluye por primera vez en la historia de la democracia española la pena de prisión permanente revisable "llegue a ser útil para España".

Respecto a la pena de muerte, ha afirmado que ve "un cambio dentro de la sociedad norteamericana", puesto que "hay personas y Estados que están cambiado su idea sobre la pena de muerte". Martínez considera que "cada vez se está más cerca del fin de la pena de muerte, aunque día a día se repitan situaciones desesperanzadoras". "Me afecta ver que se siga matando a gente", ha sentenciado.

EL MOMENTO DE LA CONDENA

"Lo peor de todo es que yo estaba a favor de la pena de muerte, creía en la justicia estadounidense y nunca pensé que podría llegar a este extremo en el que me vi", explica. Cuando Martínez se remonta al año 1997 --año en el que fue condenado-- recuerda como "se cayeron abajo" todos sus principios y creencias. "Yo solo pensaba, me han condenado siendo inocente y me van a matar siendo inocente", añade.

Ahora le quedan las secuelas. En su casa de Valencia no tiene bombillas porque sólo recordar cómo parpadeaban esas luces cuando probaban la silla eléctrica le da "un vuelco al corazón". De la misma forma, cada noche se quita los colgantes para dormir para que su sonido, por la noche, no le recuerde al de los vigilantes y a las torturas a las que se vio sometido.

Todas estas "fatales" experiencias le llevan hoy a bromear con que debe de ser "el único español que no sabe lo que es la crisis". "Lamentablemente, yo ya no vivo malos momentos, me basta con recordar las situaciones que me han tocado vivir para valorar lo que tengo", sentencia. Por ello, manteniendo la ilusión por cumplir el sueño de su padre, asegura que seguirá luchando toda su vida "hasta conseguir el fin de la pena de muerte".

EL CASO DE PABLO IBAR

Martínez sigue muy de cerca el caso de otro español que a día de hoy se encuentra en una situación similar a la que él vivió, Pablo Ibar, al que ha mandado mensajes de "tranquilidad y esperanza" a través de sus padres. En este sentido, explica que "lo duro del caso de Pablo es que a pesar del apoyo recibido sigue ahí" y ha instado a políticos, ONG y medios de comunicación a que "eviten que se enfríe".

"Hay que conseguir que se hable continuamente de ello, porque, de lo contrario, estaremos hablando del primer condenado a muerte español ejecutado", ha apostillado. En cualquier caso, se ha mostrado convencido de que "aunque sea un poco más tarde, acabará saliendo del corredor de la muere".

Por último, se ha referido a su papel como ponente en diversas conferencias en las que habla a los jóvenes de la importancia de defender el derecho a la vida. Martínez explica que le "honra" ver que "quince años años después de la lucha de mis padres, se sigue luchando en España con fuerza contra esta injusticia". Martínez entiende que "erradicar la pena de muerte empieza por la educación" y, por ello, insiste en su mensaje: "Mientras exista esta pena, ninguno de nosotros estará libre de encontrarse en una situación así".