MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades de la República Democrática del Congo (RDC) han declarado oficialmente concluida la epidemia de fiebre hemorrágica Ébola registrada a mediados de diciembre en los distritos sanitarios de Mweka y Luebo, en la provincia de Kasai Occidental (centro), y que ha causado un total de quince muertos desde mediados de diciembre, según informó el Ministerio de Sanidad.
Desde que se declaró la epidemia el pasado 15 de diciembre se registraron 32 casos, quince de ellos mortales, según el portavoz del Ministerio, Augustin Mopipi Mukulumania, citado por la agencia humanitaria de noticias de la ONU, IRIN. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el brote fue confirmado en los laboratorios del Instituto Nacional de Investigaciones Biológicos de Kinshasa, del Centro Internacional de Investigaciones Médicas de Franceville (Gabón) y del Instituto Nacional de Enfermedades Declarables de Sudáfrica.
El representante de la OMS en la RDC, Mathieu Kamwa, ha asegurado que no se han declarado nuevos casos en los últimos 42 días. La última persona infectada se registró el pasado 1 de enero. El tiempo transcurrido desde entonces supone el doble del periodo máximo de incubación para el Ébola.
Según Kamwa, es necesario sensibilizar a las comunidades locales sobre la gravedad de la enfermedad. "Las poblaciones locales deben modificar ciertas costumbres", declaró a IRIN. Entre estas costumbres que conviene erradicar, citó la recogida de cadáveres de animales muertos, la falta de higiene o el consumo de carne de mono. Muchas personas se han contagiado del Ébola después de consumir o simplemente tocar la carne de animales muertos que habían encontrado en la selva.
Los primeros síntomas de la enfermdad son vómitos y fiebres altas. Si se extiende por todo el cuerpo, el virus licúa los órganos internos y causa hemorragias en los numerosos orificios corporales. Dependiendo de la variante del virus, el Ébola puede ser mortal en un 90 por ciento de los casos y de momento no existe vacunas ni tratamientos contra la enfermedad. Por ello, es esencial la detección temprana y su contención para reducir el número de víctimas.
