Actualizado 04/06/2007 21:46

Rumí asegura en el Senado que "no hay más presión migratoria" y que la llegada de cayucos se redujo a más de la mitad

MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, aseguró hoy en la Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Senado que en España "no hay más presión migratoria", sino que se ha producido "un desplazamiento" en la llegada de embarcaciones con inmigrantes irregulares, debido al control y la cooperación con el Gobierno de Marruecos.

En su comparecencia, a petición del Grupo Parlamentario Popular, señaló además que se ha producido una reducción de más un 50 por ciento en el número de cayucos y pateras que llegan a nuestras cosas, en comparación con las cifras que se registraron el año pasado.

En cualquier caso y ante las críticas de los 'populares' a la gestión del Gobierno Rumí advirtió de que "va a seguir habiendo inmigración clandestina mientras persista la desigualdad".

La secretaria de Estado compareció ante la Cámara Alta para dar cuenta del plan de ciudadanía e integración puesto en marcha por el Ejecutivo de Zapatero que, tal y como recordó, cuenta con una inversión de 2.000 millones de euros entre 2007 y 2010.

El senador del PP Dioniso García Carnero criticó al Gobierno por su "falta de consenso" con los grupos parlamentarios a la hora de redactar el plan y de "ningunear" al Senado ante la falta de cumplimiento de "al menos 3 mociones" sobre esta materia, entre ellas una para consignar 2.000 millones para comunidades y ayuntamientos para la integración de extranjeros.

Además, reiteró las críticas de su partido hacia la regularización realizada en 2005 que, según dijo "sigue provocando el ansia y el deseo" de entrar en España de manera irregular. En este sentido, apuntó que la llegada de embarcaciones a las costas es "un hecho llamativo, pero la punta del iceberg" dado que, según sus datos, entre 300 y 400 irregulares entran de manera diaria a través de los aeropuertos y fronteras terrestres.

La secretaria de Estado calificó estas críticas de "retahílas desfasadas" y recordó al senador del PP que su partido impulsó en el Gobierno cinco regularizaciones. "Quizás estemos gestionando ahora su efecto llamada", indicó.