Actualizado 25/02/2010 14:22

El Tribunal Superior de Suazilandia dictamina que las mujeres podrán poner propiedades a su nombre

MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Superior de Suazilandia dictaminó que algunas mujeres casadas podrán registrar una propiedad a su nombre, una regulación que se consigue después de que la nueva Constitución, aprobada cinco años antes, otorgase a la mujer un estatus de igualdad con el hombre, según informó este jueves la agencia de noticias humanitarias de Naciones Unidas, IRIN.

Los activistas por los derechos de la mujer en el país africano acogen la resolución judicial como una pequeña victoria porque, a pesar de la promulgación de la Constitución de 2005, la condición en un segundo plano de la mujer permanece intacta al negársele los derechos de herencia y dificultando su progreso como empresarias y comerciantes.

Aunque la Constitución concede a la mujer los mismos derechos que al hombre, en la práctica las antiguas leyes de los estatutos distinguen las relaciones de género. Los observadores culpan de ello a la falta de políticas para reemplazar las leyes que entran en conflicto con la Constitución. Sin embargo, una reciente sentencia del Tribunal Superior de Swazilandia señaló que el Gobierno debe tener tiempo para revisar o derogar todas las leyes no conformes con las actuales, pero no precisó un plazo concreto.

El director en Suazilandia de la organización Mujer en el Derecho en el sur de África, Lomcebo Dlamini, explicó a IRIN que "la ley de matrimonios número 47 de 1964 data de la era colonial, anterior a la independencia de Suazilandia (en 1968) y fue escrita con la mente puesta en los ciudadanos europeos. Bajo la ley, los suazilandeses están obligados a casarse de acuerdo con la práctica tradicional, la cual está bajo las normas de la ley y la costumbre de Suazilandia con la que siempre han convivido", aclaró Dlamini.

"La ley del matrimonio se debe cambiar porque presupone que todas las mujeres de Suazilandia están casadas de la forma tradicional, que en realidad son matrimonios que se conciertan entre dos familias. Una mujer es una menor de edad en el hogar de sus padres hasta que se va con su marido, dónde es también una menor. La ley considera al marido el administrador de los bienes conyugales", denunció Lomcebo Dlamini.

Una mujer suazilandesa, Thabsile Masuku, declaró a IRIN que cuando fue a solicitar un préstamo al banco "me chocó ver que nada había cambiado para la mujer en este país. El préstamo estaba aprobado para mi negocio, el banco apoyaba mi proyecto pero el director del banco me preguntó: ¿dónde está su marido? Es él quien debe firmar mi contrato de préstamo".

"El banco no me reconoce como un adulto que pueda acceder a un contrato. Legalmente, soy una menor de edad dependiente de mi marido. Él es un buen hombre pero la situación es irritante. No soy dependiente de mi marido, soy una persona independiente pero esto en Suazilandia no existe", añadió.