Publicado 10/02/2020 16:41

El 59% de los consumidores considera difícil llevar un estilo de vida sostenible, según un estudio

MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -

Un estudio ha revelado que ocho de cada diez ciudadanos considera muy importante la sostenibilidad como eje de sus decisiones de consumo pero al 59 por ciento le resulta difícil llevar un estilo de vida sostenible, según el informe publicado por la Asociación de fabricante y distribuidores (AECOC).

Uno de los retos, que señala la asociación para el Gran Consumo en un futuro inmediato, es el crecimiento de la información en cuestiones medioambientales.

"Estamos ante un consumidos más consciente y responsable pero con una gran falta de conocimiento en términos de cómo debe actuar para ser más sostenible, por lo que las marcas tienen una gran oportunidad de hacer pedagogía con sus productos y servicios y, así, posicionarse como referentes en sostenabilidad", ha valorado la responsable del área de estrategia comercial y marketing de AECOC, Rosario Pedrosa.

De hecho, el estudio refleja que, a pesar de que el consumidor se muestra predispuesto a participar en un sistema de producción y consumo circular, la mayoría se considera "perdido" en qué pasos debe seguir y limita su acción medioambiental a los tres parámetros básciso: reducir, reutilizar y reciclar.

En este sentido, casi la mitad de los consumidores destacan la ausencia de información que ofrecen los establecimiento como uno de los grandes obstáculos para seguir un estilo de vida sostenible, mientras que cuatro de cada diez considera que el precio de los productos sostenibles es demasiado elevado y la misma proporción de ciudadanos cree que resulta difícil encontrar tiendas en las que hacer una compra medioambientalmente responsable.

Además, el informe apunta que hay tres elementos comunes entre los consumidores para considerar sostenible cualquier producto: la reducción del plástico, la utilización de envases reciclables o reutilizables y los ingredientes utilizados en su elaboración.

En concreto, la categoría de alimentos frescos es en la que más se fijan los consumidores a la hora de hacer una compra sostenible, buscando productos a granel y de proximidad. Le siguen los alimentos envasados y las bebidas, los artículos de cuidado personal y los de droguería y limpieza.