Actualizado 24/09/2010 18:47

Las empresas de inserción generaron en 2009 más de 31 millones de beneficio social en España, según un informe

Un 23 por ciento de sus empleados son inmigrantes y un 21,4 por ciento perciben rentas de inserción


MADRID, 24 Sep. (EUROPA PRESS) -

Las empresas de inserción (EI) generaron en 2009 un total de 31.375.881 euros de beneficio social en España, ya que, según ha explicado el Asesor del Grupo de Trabajo 'Memoria Social de las Empresa de Inserción de la Federación de Asociaciones Empresariales de Empresas de Inserción (FAEDEI), Juan Bernete, cada uno de los 1.285 trabajadores en inserción supone 24.417 euros de beneficio.

Además, ha precisado que la facturación total de los trabajadores en inserción -calificados por los servicios sociales como personas en riesgo de exclusión-- supuso el año pasado un total de 54.242,172 euros, lo que supone un incremento de un 10 por ciento, por lo que ha defendido la importancia que tiene el fomento de la contratación de estas personas porque, a su juicio, así "gana toda la sociedad".

También ha asegurado que cada uno de estos empleados generó el año pasado unos 6,5 millones de euros como retorno a las arcas de las administraciones públicas y ha añadido que, según se desprende del avance de datos de la 'Memoria Social 2009', un 37 por ciento de los trabajadores en inserción se ha incorporado al mercado laboral, lo que, en su opinión, es un "dato importante debido a la situación de crisis económica que se está viviendo".

El informe (realizado con la colaboración de 136 de las empresas que forman parte de la federación) también señala que los inmigrantes son un 23 por ciento de los empleados de las empresas que forman parte de la FAEDEI, que un 31,4 por ciento perciben rentas de inserción y que el resto son mujeres solas con cargas familiares, drogodependientes, víctimas de violencia de género y minorías étnicas.

"LUCHA CONTRA LA POBREZA: DE TODOS"

Por otra parte, la jefa del Servicio de exclusión social y miembro de la Dirección General de Política Social de las Familias y de la Infancia (Ministerio de Sanidad y Política Social), Pilar Vicente, ha asegurado que la responsabilidad de la lucha contra la exclusión social y la pobreza "es de todos y no sólo de las administraciones públicas o de las ONG.

Así, en relación con el Año Europeo Contra la pobreza y la exclusión social, ha definido este fenómeno como "la imposibilidad que tienen las personas de disfrutar de todos sus derechos" y ha afirmado que el fin de las empresas de inserción es facilitar la inmersión en el mercado ordinario de estas personas.

De esta manera, ha precisado que este tipo de ciudadanos está formado, por ejemplo, por aquellos que no tienen una renta mínima; por las que se encuentran en una situación de drogodependencia; y por los internos de centros penitenciarios.

Además, la presidenta de la FAEDEI, Nieves Ramos, ha destacado que es necesario sensibilizar a la sociedad sobre la situación de los grupos sociales más desfavorecidos y que las actividades de la federación se realizan en base al objetivo de la inserción económica de estos colectivos. "Este es el motivo por el que surgieron las empresas de inserción", ha afirmado.

En lo referido a la sensibilización que ha pedido Ramos, el director de la Representación de la Comisión Europea en España, Francisco Fonseca, ha recordado que uno de los objetivos de la Agenda 2000 es precisamente ese. En este sentido, el informe recuerda que los cuatro fines del Año Europeo son reconocer los derechos fundamentales de todas las personas que se ven afectadas por la pobreza y la exclusión social y la renovación del compromiso de la Unión Europea de luchan contra estos fenómenos.

A este respecto, Fonseca ha recordado que la Unión Europea está implicada al 100 por ciento en esta misión y en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Por último, los otros dos fines son la promoción del apoyo público a políticas de inclusión social y el fomento del compromiso de todos los actores públicos y privados y de una sociedad más cohesiva en la que se reconozcan las ventajas que aporta a la sociedad en su conjunto la lucha contra la pobreza.