Publicado 23/03/2015 12:16

RSC.-La emisión de 'bonos verdes' por empresas aumentará casi un 50% este año, según S&P


LONDRES, 23 Mar. (EUROPA PRESS) -

La emisión corporativa de 'bonos verdes', aquella deuda que busca captar financiación para inversiones beneficiosas para el medio ambiente, podría alcanzar a finales de año unos 30.000 millones de dólares (28.300 millones de euros), prácticamente un 50% por encima del actual volumen del mercado, que ronda los 19.100 millones de dólares (18.000 millones de euros), según la agencia Standard & Poor's.

"Los emisores corporativos han sido la fuerza motriz del crecimiento de la emisión de bonos verdes en los últimos 18 meses, liderados por los sectores de servicios públicos e inmobiliario", destacó Michael Wilkins, analista de S&P.

En este sentido, la calificadora de riesgos confía en que la emisión de este tipo de títulos de deuda se mantenga "relativamente optimista" como consecuencia del apetito de los inversores por productos 'verdes' y el interés de los emisores en aprovechar la excepcional demanda.

No obstante, S&P advierte del riesgo de que el atractivo de esta clase activos "se marchite" ante la caída de precios del petróleo, que puede hacer menos interesantes las inversiones en energías alternativas.

"Standard & Poor's cree que el fuerte crecimiento de los mercados podría seguir incluso con precios más bajos del petróleo", apunta la agencia, que apuesta por que los movimientos de los precios del crudo "tendrán un efecto menor en las renovables de lo que muchos temen como consecuencia de la longevidad como motor inversor del cambio climático".

Asimismo, los analistas de S&P identifican otro riesgo para el desarrollo de este segmento en la dificultad de identificar cláramente qué se considera 'verde' y qué no lo es, por lo que instan a impulsar la transparencia en la definición y en la rendición de cuentas acerca de cómo y dónde se destinan los recursos obtenidos.

"Emisores e inversores requieren unos estándares comúnmente aceptados sobre qué cuenta como un bono verde, con la suficiente transparencia y garantías de monitorización de que los fondos no son empleados incorrectamente", añade Wilkins.