Publicado 13/04/2015 13:53

La tradición prevalece sobre los estudios en la participación laboral de las migrantes europeas, según investigación


MADRID, 13 Abr. (EUROPA PRESS) -

El tradicionalismo --costumbres, normas y valores transmitidos por la religión y la familia-- determina la tasa de participación de las mujeres inmigrantes europeas en el mercado laboral frente a la educación, según revela una investigación del profesor de Sociología del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Carlos III de Madrid Javier Polavieja, en el marco de una Cátedra de Excelencia de la UC3M-Banco Santander.

El profesor Polavieja concluye, con esta investigación, que las mujeres europeas que emigran a otros países del mismo continente "arrastran las normas culturales de sus lugares de origen, que tienen una importancia decisiva a la hora de determinar su comportamiento laboral".

Además, llega a la conclusión de que el impacto negativo de los valores tradicionales sobre la participación laboral femenina es mucho mayor de lo que se creía, pues, según se desprende de la investigación, "su efecto absoluto sobre la probabilidad de participar en el mercado de trabajo dobla el efecto de la educación".

Asimismo, el estudio, que ha comparado las actitudes de más de tres mil mujeres inmigrantes procedentes de una veintena de países europeos con las de más de cuarenta mil mujeres no emigrantes de rasgos similares, refleja que las mujeres inmigrantes del mismo origen "tienden a compartir valores similares de tradicionalismo y religiosidad con independencia de su país de destino".

En cuanto al grado de tradicionalismo, el documento subraya que las inmigrantes españolas son, junto a las suecas, noruegas y finlandesas, las menos tradicionales; frente a la fuerte tradición que manifiestan las mujeres procedentes de Turquía, Portugal, Polonia e Irlanda. En este sentido, la investigación evidencia que el tradicionalismo "disminuye según aumenta el nivel educativo" en todos los grupos estudiados.

Respecto a la participación laboral de las inmigrantes, la tasa española, con un 77 por ciento, supera a la de Francia (62 por ciento), Alemania (61 por ciento), Italia (60 por ciento), Gran Bretaña (59 por ciento) o Grecia (53 por ciento); mientras que queda por debajo de Suecia (84 por ciento), Noruega (82 por ciento) y Finlandia (80 por ciento).

Por otro lado, Polavieja ha destacado que el método desarrollado para llevar a cabo esta investigación --que forma parte del proyecto Competición, Adaptación y Logro en el Mercado Laboral de los Inmigrantes Internacionales en Europa (CALMA, por sus siglas en inglés)-- puede servir para estudiar de qué forma influye la cultura sobre el comportamiento de las personas.

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