Actualizado 28/07/2020 18:41

Agricultura forma en apicultura a los agentes de medio ambiente que investigan incendios

Brigada de Investigación de Incendios Forestales
Brigada de Investigación de Incendios Forestales - JUNTA DE ANDALUCÍA

JAÉN, 28 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible forma a los agentes de medio ambiente integrantes de la Brigada de Investigación de Incendios Forestales (BIIF) de Jaén y a otros profesionales en el manejo y seguridad de las tareas apícolas. El objetivo es que puedan desarrollar las labores de investigación con total seguridad en los incendios originados en colmenares situados en el medio natural.

El curso ha sido impartido en el Centro de Capacitación y Experimentación Forestal de Vadillo Castril, Cazorla (Jaén) por la bióloga Manuela Valenzuela y ha contado con la colaboración de Gonzalo Rescalvo, apicultor con explotaciones en la Sierra de Cazorla, donde se han desarrollado las prácticas.

La apicultura se considera un aprovechamiento forestal compatible con el medio. Supone una actividad muy beneficiosa para los ecosistemas forestales al intervenir las abejas en la polinización natural de multitud de especies vegetales.

Sin embargo, el manejo del fuego en la apicultura es en ocasiones origen de incendios forestales en toda España. No es la causa más habitual, pero periódicamente se registran siniestros de este tipo en distintos puntos de la geografía, según se ha indicado desde la Junta de Andalucía en un comunicado.

Un ejemplo es el incendio forestal surgido en la almeriense Sierra Cabrera, término municipal de Turre, el pasado 21 de junio, que fue supuestamente originado por la mala praxis en el manejo de colmenas.

En los terrenos forestales y zonas de influencia forestal, las situadas a menos de 400 metros de distancia, se prohíbe el uso del fuego con carácter general desde el 1 de junio al 15 de octubre. La normativa establece como excepción el empleo de ahumadores para el manejo de las colmenas en las explotaciones inscritas en el registro general de explotaciones ganaderas, bajo una serie de condiciones de autoprotección.

Por tanto, especialmente en esta época del año, los apicultores deben extremar las precauciones con los ahumadores, artilugios que se usan para tranquilizar a las abejas en su manejo y que utiliza la combustión lenta de ciertos materiales como medio para producir el humo.

Cuando un incendio forestal surge en un colmenar, los agentes de medio ambiente que participan en la inspección técnico ocular para esclarecer los hechos tienen que acceder al interior de la explotación con el fin de desarrollar su trabajo. Esta tarea supone un riesgo importante al estar expuestos a las picaduras de este laborioso y útil insecto. Para evitar este peligro, además de la formación realizada, la Consejería ha proporcionado Equipo de Protección Individual (EPI) para el manejo de colmenas a cada uno de los miembros de la BIIF de Jaén.

La investigación de causas de incendios forestales es una disciplina relativamente reciente en España. El primer curso específico sobre la materia se impartió en 1994 en Valsaín, Segovia. Los formadores fueron un ingeniero forestal y un inspector de policía de Portugal, pues esa tarea se venía ya desarrollando con éxito en el país vecino.

Unos meses más tarde, en la primavera de 1995, con el mismo profesorado, se realizó el mismo curso organizado por la Junta de Andalucía en el CCEF de Vadillo Castril y dirigido a agentes de Medio Ambiente de toda la comunidad autónoma. La BIIF de Jaén quedó conformada por diez agentes de Medio Ambiente que superaron la formación.

Tras años de trabajo y con la experiencia adquirida, el centro incluyó a principios de los años 2000 este curso en su oferta formativa, contando desde el primer momento con miembros del equipo de la Brigada jiennense. El objetivo era proponer una formación práctica, con actividades en incendios reales, dirigida por profesionales especializados y con suficiente experiencia en extinción de incendios forestales.

A lo largo de los últimos diez años han recibido formación más de 300 alumnos, casi todos relacionados con estudios y profesiones ligadas a la lucha contra incendios forestales en España y Andalucía tales como ingenieros forestales, agentes forestales y de medio ambiente, bomberos, criminólogos, capataces forestales, técnicos especialistas de gestión forestal.

El conocimiento de los protocolos y métodos de investigación de este tipo de siniestros no sólo es valioso para formar parte de las BIIF, para lo cual esta formación y titulación son preceptivas, sino que es importante colaborar en la tarea desde los distintos puestos del operativo contra incendios para conseguir el objetivo de clarificar las causas por las que se originan estos siniestros y así poder diseñar y poner en práctica programas y acciones preventivas.

El informe de la BIIF es determinante en los incendios para la aclaración de si ha sido de origen natural o cuenta con un posible causante. Así ha sido en los recientes incendios registrados en Quesada e Hinojares.

Gracias a ello, esta rama de la criminología ha conseguido cambiar las estadísticas, así como la tendencia de la causalidad. En 1995, año en que se inicia la investigación sistemática de los incendios forestales, quedaban sin esclarecer más del 30 por ciento de los siniestros. En 2019, sólo el 5% de los incendios producidos en la provincia de Jaén se registraron con causa desconocida.