Uno de cada cuatro adolescentes vascos ha mantenido relaciones sexuales completas y un 64% tienen o han tenido pareja

Actualizado: martes, 16 diciembre 2008 18:08

Cuatro de cada diez no ayudan en las tareas domésticas y un 66,5% recibe una paga de entre 5 y 20 euros semanales

BILBAO, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -

Casi una cuarta parte del colectivo de adolescentes vascos afirma haber mantenido relaciones sexuales con penetración. La edad media de inicio se situaría en los 15,05 años y en casi el 90 por ciento de los casos hace uso de algún método de prevención, siendo el preservativo el más generalizado, utilizado por algo más de ocho de cada diez. Asimismo, el 64 por ciento del total de los adolescentes afirman tener o haber tenido pareja.

Estos datos se recogen en el estudio "Los y las adolescentes vascos. Un acercamiento desde el empoderamiento" dado a conocer hoy por Emakunde, basado en un cuestionario efectuado en las propias aulas de los centros educativos a una muestra estadísticamente representativa de 970 chicas y chicos adolescentes entre 14 y 17 años de edad que realizaban 3º-4º de E.S.O. y 1º de Bachillerato durante el curso académico 2007/08.

Los resultados del estudio permiten deducir una "menor fidelidad" en las relaciones sexuales por parte de los chicos adolescentes, y ello no sólo por el menor peso porcentual de las relaciones sexuales "con una pareja estable (novia)", el 47,8 por ciento, sino por la consiguiente mayor presencia de las prácticas sexuales con "personas poco o recién conocidas de otro sexo" (12,4%) así como con "otras personas conocidas de otro sexo" (10,9%). La "mayor fidelidad" de las chicas adolescentes en sus relaciones sexuales se constata, sobre todo, por la concentración de las mismas en la "pareja estable (novio)", casi el 66% del total.

Los adolescentes vascos presentan un bajo nivel de corresponsabilidad en las denominadas tareas domésticas. De hecho, casi cuatro de cada diez afirma no hacer nunca, o rara vez, siete de las más básicas y/o habituales de estas actividades.

Se refleja que en todas estas actividades las chicas adolescentes ejecutan con esa periodicidad más actividades que sus coetáneos masculinos, 33,6 por ciento frente a 26,3 por ciento. Este indicador de corresponsabilidad adquiere mayor relevancia si se tiene en cuenta que más del 60 por ciento del total de estas unidades de convivencia ambos progenitores se encuentran laboralmente ocupados.

PAGA SEMANAL

En el plano económico, el 66,5 por ciento del total de este colectivo tiene asignada una paga semanal que oscila entre los 5 y los 20 euros semanales. Mientras las adolescentes parecen orientar mayores partidas de gasto a "ropa", situándose en segundo lugar tras "ir de fiesta", los chicos orientan mayor cantidad de paga semanal a la compra de "chucherías" y, sobre todo a los "videojuegos".

El 55,5 por ciento de las y los adolescentes se encuentra integrado en un grupo de pares mixto, con quien se está en la calle, en el parque u otros lugares públicos de manera más frecuente. Además, entre las 10 y las 12 de la noche constituye el intervalo temporal de vuelta a casa mayoritario en este colectivo durante los fines de semana. Si bien ese es el intervalo de tiempo de vuelta mayoritario, es evidente que las chicas adolescentes tienen un horario de retorno más restringido que sus coetáneos masculinos.

Las adolescentes orientan más tiempo diario que sus coetáneos masculinos a dar continuidad fuera del horario escolar a las actividades propias del mismo, destinando un porcentaje superior de tiempo casi todos los días de la semana a "estudiar o hacer los deberes de clase" y al desarrollo de actividades "extraescolares".

Las chicas adolescentes experimentarían un mayor grado de presión desde distintos agentes (fundamentalmente los progenitores) para abandonar aquellas actividades que no se encuentran relacionadas u orientadas hacia lo formativo-escolar, en especial las de carácter deportivo, pero también otras en las que se desarrolla una actividad física, así como el aprendizaje de un instrumento musical.

CUIDADO DEL CUERPO

Desde el punto de vista del ámbito físico o del cuerpo, casi la práctica totalidad del colectivo de adolescentes vascos afirman realizar una práctica de cuidado, si bien ese interés generalizado por el cuidado de una/o misma/o presenta reveladoras diferencias de género: canalización deportiva en el caso de ellos, imagen y control de la alimentación en el caso de ellas.

En cuanto a acciones de acoso de imagen corporal, el 14,6 por ciento del total del colectivo adolescente sostiene en el cuestionario que "alguna vez" se ha sentido molestado por referencias a su cuerpo. Algo más de dos de cada diez (el 21,4%) de las chicas adolescentes afirman haberse sentido molestadas frente al 7,6% de los chicos de su misma edad, lo que supone casi 14 puntos porcentuales de diferencia entre ellos.

Por otra parte, destaca el predominio de la orientación universitaria de siete de cada diez adolescentes vascos (70,0%). Esta tendencia universitaria se encuentra más marcada en el caso de ellas (78,1%) que de ellos (61,6%).

Según el estudio, los adolescentes vascos tenderán a proseguir, de forma mayoritaria, con su itinerario formativo tras la finalización de la E.S.O. o el Bachillerato, posponiendo para más adelante su inserción efectiva en el mercado laboral teniendo en cuenta que el 0,6 por ciento del total afirma que "no piensa seguir estudiando".

Mientras las titulaciones integradas en el área de "Ciencias Sociales y Jurídicas" concentrarían al 37,3 por ciento del total de las chicas adolescentes, esta orientación tan sólo afectaría al 23,0 por ciento del total de sus coetáneos masculinos.

ESTUDIOS UNIVERSITARIOS

Esta misma circunstancia se muestra en el área de "Ciencias de la Salud", con el 30,3 por ciento en el caso de ellas y el 11,1 por ciento de ellos. Es en "Enseñanzas Técnicas" donde las diferencias de género en la elección del itinerario formativo universitario se muestra con mayor virulencia, pues mientras constituye la primera área de conocimiento en el caso de los chicos adolescentes (43,8%), ocupa, por el contrario, la cuarta posición en el caso de las adolescentes (12,2%), lo que supone una diferencia de 31,6 puntos porcentuales a favor de los primeros.

A la luz de los resultados obtenidos, el estudio sostiene que "nos hallamos ante un colectivo de adolescentes residentes en nuestra comunidad autónoma, nacidos entre los años 1991 y 1994, con pautas de comportamiento cotidianas y códigos de valores que pudieran ser consideradas 'normalizadas', que es tanto como decir 'cercanas' a los patrones de establecidos, desarrollados y esperados por las generaciones adultas en la actualidad".