Hallan restos de arte mueble y parietal en la cueva de Agarre de Mendaro (Gipuzkoa) correspondientes al paleolítico

Itxaso y Arrizabalaga con el hallazgo.
DIPUTACIÓN
Publicado: miércoles, 25 julio 2018 14:00

SAN SEBASTIÁN, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -

El investigador Álvaro Arrizabalaga y el grupo arqueológico Antxieta han hallado restos de arte mueble y parietal en la cueva Agarre de Mendaro (Gipuzkoa) correspondientes al paleolítico.

En rueda de prensa celebrada en San Sebastián, el diputado foral de Cultura, Denis Itxaso, el arqueólogo Álvaro Arrizabalaga y el grupo de arqueología Antxieta, han dado a conocer este descubrimiento que suma un nuevo registro de cavidad con arte rupestre en Gipuzkoa, después de haber presentado el año pasado los hallazgos de Azpitarte en Errenteria y los de Arbil en Deba.

Según han explicado, el pasado marzo, durante unos recientes trabajos para la preparación de la excavación de la cueva Agarre Arrizabalaga, descubrió una pieza de arte mueble (obra de arte realizada sobre un objeto de dimensiones limitadas) junto al grupo arqueológico Antxieta. Se trata de un colgante grabado sobre asta de cérvido y completaron la jornada de hallazgos con varios trazos en las paredes correspondientes a representaciones animales.

Según han relatado, la cueva de Agarre, descubierta en 1966 y situada en el valle Kilimon que, a veces discurre con mucha agua y otras viene seco, en Garagarza, tiene una entrada principal junto a la que se sitúa el yacimiento, y después varias ramificaciones con galerías a diferentes alturas, incluyendo una entrada superior.

En el año de su descubrimiento Juan María Apellaniz y Rodríguez Ondarra hicieron una excavación en la entrada y con las evidencias que recuperaron, plantearon una secuencia cronológica para el yacimiento con tres niveles de diferentes períodos.

El más antiguo, del Aziliense (es el último período del Paleolítico Superior, hacia el 10.000-8.000 antes de Cristo) y dos más modernos, del Calcolítico o Edad del Cobre y de la Edad del Bronce (estos dos últimos van encadenados y discurren entre el 3.500 y el 1.500 antes de Cristo).

Dos décadas después, el prehistoriador Joxean Mujika estudió los restos de hueso recuperados en las excavaciones y descubrió entre ellos piezas más antiguas que atribuyó al Magdaleniense.