El cantante catalán actúa mañana en el velódromo de Anoeta en San Sebastián y el sábado en el Bizkaia Arena de Barakaldo
SAN SEBASTIAN, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
Manolo García manifestó hoy su "amor al rock and roll" y aunque reconoció que el mestizaje "es estupendo y la mezcla es sanísima", finalmente "tengo un eje central que es el rock, que es lo que han inventado unos peludos hace 40 ó 50 años los anglosajones pero lo han hecho tan bien que nos gusta a todos". "Yo puedo irme a Grecia, a Brasil o a Africa pero no me interesa tanto el mestizaje como tal, me interesa el rock por encima del pop o la música latina", afirmó.
García, que ofrecerá mañana y pasado en el Velódromo de Anoeta de San Sebastián y en el Bizkaia Arena de Barakaldo respectivamente, unos de los últimos conciertos de su gira 'Saldremos a la lluvia' -que finaliza la semana que viene en la provincia de Girona- ofreció hoy una rueda de prensa en la capital guipuzcoana.
El cantante catalán explicó que en el concierto presenta canciones de su cuarto álbum en solitario, 'Saldremos de la lluvia', trabajo del que ofrece cerca de diez canciones para después hacer un repaso de canciones de sus discos anteriores "revisadas". De una forma muy "puntual", toca también algunos temas, nunca más de tres, de 'El último de la fila' como "cortesía con el público".
El escenario tiene tecnología punta al que el artista aporta su "toque kitsch" con "chirimbolos del chino o del todo a cien" que cuelga por el escenario para "enmascarar la pretenciosidad que un concierto encarna" y añadirle "una parte plástica de cuño propio".
Manolo García señaló que, como ciudadano, tiene ciertas inquietudes pero no tiene interés en que "nadie le esponsorice". "No quiero que nadie me dé dinero por anunciar productos comerciales por que creo que el consumo desaforado es uno de los males de nuestra sociedad actualmente", remarcó, al tiempo que destacó su intención de desviar el interés a temas más importantes, como puede ser el problema del cambio climático, porque "hay que intentar ser un poco útil".
El ex líder de 'El último de la fila' consideró que "el viaje de un músico ha de sorprenderle a él mismo" porque "sin aventura no hay posibilidad de emoción". En su opinión, el tedio de la rutina del día a día puede llevar a un estado de ánimo bastante "adormecido" que derive en "aburrimiento". "Y si yo me aburro incapaz seré de emocionar, de divertir o de tocar alguna fibra a los demás".
García reveló que trabaja con músicos que no conoce, con los que nunca a entrado en un estudio. "Esa es la aventura para mí, conseguir un resultado musical que sea digno y emocionante", aseguró para añadir que no le gusta repetir. De este modo, recordó que para el disco anterior estuvo en Brasil y en este álbum trabajó en Grecia "aunque en principio había pensado en ir a Cuba".
"SER UN TROVADOR"
Preguntado por la contradicción de su conciencia ecologista con las grandes infraestructuras que conllevan los conciertos, aseguró que le gustaría ser "un trovador como los de hace tres siglos" pero, como no es posible, al menos reclamó "coches que no contaminen" y remarcó que "algo falla" en el sistema de consumo actual.
Lamentó también que el mundo de la música se halle inmerso en un sistema en el que los músicos son como "unos monos que van dentro de una maquinita" y lamentó que se les haya "niguneado". No obstante, subrayó que "al músico de corazón, al poeta le importa un bledo el dinero" por lo que confió en que "cuando llegue la criba y se vea que no hay tanto dinero, queden los músicos a los que de verdad nos gusta tocar".
Manolo García aseguró que en su trabajo busca "el oficio y la complacencia" y expresó su satisfacción por que su labor "sirva de testigo de paso para otras personas".
Finalmente, el artista reconoció la importancia de su "camino anterior" en grupos como 'El último de la fila' o 'Los burros', pero insistió en que "nadie vive del pasado, ni siquiera los Rolling Stones". Por ello, destacó la necesidad de seguir "enamorando y encandilando" y logrando que cada disco "tenga un discurso propio".
