MÉRIDA, 7 Ago. (EUROPA PRESS) -
La obra 'Las dos bandoleras' del dramaturgo Lope de Vega ha abierto este pasado miércoles el XXX Festival de Alcántara (Cáceres), una cita en la que ha congregado a 1.300 espectadores en el conventual San Benito de esta localidad cacereña.
El público ha vuelto a demostrar "el idilio que vive" este municipio con el teatro, ya que los espectadores "vibraron y aplaudieron" a una obra de la Compañía Nacional de Teatro Clásico en coproducción con FEI (Factoría Escénica Internacional) "llena de acción, espadas y muchos aplausos"
El reparto de este espectáculo está compuesto por Carmen Ruiz, Macarena Gómez y Helio Pedregal, en el que, como dice la directora y coautora de la dramaturgia con Marc Rosich, Carme Portaceli, "conviven dos épocas", ya que "la obra sucede hoy por vestuario, pero sobre todo por actitud".
Asimismo, Delia Sánchez Matas, hija del primer director del festival, José Luis Sánchez Matas, dio "un emotivo pregón inaugural" acompañada por la Liga de la Ciencia Pagana, que interpretó "magistralmente" la Canción Azul, recreada para la ocasión por Pepe Rades.
Además, antes del estreno todo el público del Festival de Alcántara se hizo una foto "con un abanico conmemorativo de la candidatura del Puente Romano al mejor rincón" de España 2014 de la Guía Repsol, según ha informado la organización del festival en nota de prensa.
'LAS DOS BANDOLERAS'
Carme Portaceli ha realizado la versión de 'Las dos bandoleras' como un homenaje a todas las mujeres "fuertes de Lope" y para reforzar "esta visión feminista" se han añadido dos personajes procedentes de otra pieza del mismo autor, 'La serrana de la Vera'.
Además, junto a varios textos "muy poéticos de esa obra", se han incluido también unos monólogos de 'El asalto de Mastrique' y el conjunto ha quedado "armonizado y la respuesta del público a esta mezcla de textos" ha sido "agradecida".
'Las dos bandoleras' cuenta la historia de dos hermanas, Inés y Teresa, que deciden, "contra la voluntad paterna", casarse con unos soldados de los que están enamoradas.
Los soldados, mientras esperan el momento de ir a la guerra, se aprovechan de ellas, pero al partir, "huyen sin decir palabra". Asimismo, las dos mujeres "no pueden volver a su casa y, rabiosas, deciden convertirse en bandoleras y vengarse del género masculino".
Esta obra "se ve como un canto a la independencia femenina", al derecho de las mujeres a escoger su destino "por encima de convenciones sociales (y al precio que se paga por ello)".
El texto de Lope termina con el matrimonio de las féminas rebeldes y habría sido "inconcebible para la época que el final hubiera sido otro", pero "no ahora", y por eso Carme Portaceli le ha dado "un giro al desenlace para reafirmar esa independencia".
