BADAJOZ, 31 Ago. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Agricultura de la Junta de Extremadura, José Luis Quintana, indicó esta mañana que el futuro de la industria del tomate en la región depende de que logre abaratar gastos de producción y se expanda a nuevos mercados. El responsable de Agricultura realizó estas declaraciones antes de realizar una visita a las instalaciones de la empresa Agraz, en Villafranco del Guadiana.
Tras la visita, el consejero, acompañado por la consejera Portavoz, Dolores Pallero, se reunieron con representantes de este sector con el objetivo de analizar la campaña de este año y buscar fórmulas para el futuro.
En lo que respecta a la campaña de recogida y procesamiento del tomate en la región, que finalizará alrededor del 15 de septiembre, Quintana avanzó que las previsiones indican que se espera cosechar 1,2 millones de toneladas en Extremadura, de los 1,5 millones que se procesarán en todo el país. Para el consejero son cifras satisfactorias que van acompañadas "de tomate de gran calidad".
Asimismo, Quintana destacó que ha sido una campaña sin incidentes salvo las tormentas que afectaron a las Vegas Altas y para las que ya están previstas indemnizaciones por valor de 7 millones de euros.
FUTURO DEL SECTOR
En cuanto al futuro del sector, el consejero de Agricultura destacó que su objetivo es "el desacoplamient parcial de las ayudas" refiréndose al apoyo de la Comunidad Europea que en las últimas campañas se ha reducido de 4 pesetas por kilo de tomate a sólo 2 pesetas.
A este respecto, el consejero delegado de la empresa Agraz, Pedro Gomendio, indicó que la industria esta "en un momento de reto ante el futuro" y que el objetivo será "hacernos más competitivos", ya que, según explicó este empresario el 50% de la producción mundial del tomate está en manos de California, China y varios países de Sudamérica que producen con un gasto de 60 euros la tonelada mientras que un agricultor extremeño supera los 72 euros.
Por ello, el consejero de Agricultura explicó que el sector del tomate en la región debe abaratar sus costes de producción y añadió que esta rebaja debe basarse en "una reducción del precio de los arrendamientos y que los colectivos compartan la maquinaria".
