El SLG denuncia 200 fallecidos en el sector agrario en 10 años, "cinco veces más" que los admitidos oficialmente

Actualizado: viernes, 24 octubre 2014 18:17

En lo que va del año 2014 se registraron 17 muertos en toda Galicia en actividades agropecuarias, de los que 14 fueron por volcado de tractor

OURENSE, 24 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Sindicato Labrego Galego (SLG) ha denunciado este viernes que la siniestralidad "real" en los últimos diez años en el sector agrario asciende a 200 fallecidos, cinco veces más que los registrados en los datos oficiales y estadísticos "reconocidos por las instituciones", según su representante Antonio Ferreiro.

El especialista en riesgos laborales del SLG, Antonio Ferreiro, y la ingeniera agrónoma Mónica Vázquez Blanco han dado a conocer en una rueda de prensa de O Barco de Valdeorras los datos de siniestralidad laboral en el ámbito agrario gallego y los riesgos laborales entre los viticultores de la comarca de Valdeorras, estudiados por la ingeniera durante los últimos meses, en los que entrevistó a 35 viticultores.

En relación a la siniestralidad en el agro gallego, Ferreiro ha concretado que en lo que va del año 2014 se registraron 17 muertos de los que 14 lo fueron a causa del vuelco de su tractor. "Lo que nos hace acercarnos a los 20 fallecidos en el sector, a dos meses y medio del final del año, y nos explica los casi 200 muertos que tenemos registrados entre 2004 y 2014, el primer período del que hay datos", ha remarcado.

Según Ferreiro, se pueden aplicar a toda Galicia los datos obtenidos en Valdeorras sobre la maquinaria agrícola y que indican que un tercio no está homologado con la normativa de la Unión Europea y el 35 por icento de los tractores no tiene cabina, sistema antivolcado, absorción de vibraciones o señales de aviso "cuya ausencia supone serio peligro" para los trabajadores agrícolas.

Los datos recogidos por el SLG indican que el parque móvil gallego de tractores está formado por un 31 por ciento de vehículos con más de 20 años, por lo que Ferreiro abogó por una implicación de la Administración gallega, "como hacen en otras Comunidades Autóhnomas", en la puesta al día del parque de maquinaria e incentivar la homologación "con algo semejante al plan Renove para vehículos, pero centrado en el rural".

FALTA PREVENCIÓN

El estudio de Mónica Vázquez, desglosado en la misma rueda de prensa, alude a otras fuentes de riesgos, en el caso de los viticultores de Valdeorras, los primeros estudiados por el SLG. En ese sentido, ha señalado que el uso de "sustancias tóxicas" como fitosanitarios, es común, en mayor o menor medida, a todos los viticultores y un 62,9 por ciento de ellos, aplicar 4 ó 5 veces esos productos en cada campaña.

El cien por cien de los trabajadores utiliza los guantes y el 91 por ciento, un traje protector, pero el uso de otras prendas del Equipo de Protección Individual (EPI) recomendado, es menor, así la máscara filtrante y gafas es utilizada por el 60 por cien de los entrevistados, lo que conlleva que el 22,9 por ciento reconociese sentir picos en los ojos tras sulfatar con cobre y el 14,3 por ciento, tener algún tipo de irritación tras aplicar las sustancias químicas.

Vázquez ha explicado a Europa Press que en el sector no hay reconocimiento legal para ninguna dolencia ni enfermedad profesional pero se requieren "más programas formativos, informativos y de sensibilización" para reducir los riesgos laborales que le son propios, como los debidos a los contaminantes químicos.

MONÓTONO PERO SATISFACTORIO

El estudio de Vázquez recoge también las percepciones de los viticultores sobre su trabajo y refleja que el 40 por ciento considera que lo peor es el esfuerzo físico requerido para las labores de los viñedos, el 31,4 por ciento se quejaron de las posturas, mientras que la monotonía, la cantidad de trabajo y la imposibilidad de ampliar su explotación centró las quejas del 20 por ciento.

En conjunto, según Vázquez, el 82 por ciento de los entrevistados dijo sentirse satisfecho con las condiciones de trabajo exigida en su profesión, que en el caso de Valdeorras, es una actividad laboral "inestable" porque hay dificultades para cobrar, en el 23 por ciento de los casos, falta estabilidad en los precios de la uva, según el 31,4 por ciento, y todo se agudiza por los problemas para ampliar los viñedos.

En ese sentido, el 30 por ciento de los entrevistados dijo encontrar trabas para aumentar la superficie de explotación, debido a la especulación de la tierra con elevados precios en el 70 por ciento de los casos, y a los derechos de plantación en el 20 por ciento.

La edad media de los viticultores de esta comarca es "avanzada" según Vázquez, pues el 51 por ciento de las personas entrevistadas lleva más de 21 años trabajando los viñedos, y se trata en su mayor parte de hombres. El 50 por ciento de los profesionales entregan sus uvas a alguna de las tres cooperativas de la comarca, y el resto las vende a bodegas privadas o la utiliza para fines propios.