PONTEVEDRA, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores, da "toda la razón" a los comerciantes y vecinos de la Rúa Nova de Arriba que protestan por el gran lodazal en el que se ha convertido su calle desde hace varias semanas.
Esta situación comenzó cuando los trabajadores de la empresa Cobra, concesionaria de la reforma, abandonaron la obra porque, al parecer, la empresa adjudicataria no les pagaba. Desde ese momento la actividad quedó parada, hasta que esta mañana cuando volvieron los obreros.
A pesar de esta circunstancia, los residentes en esta calle han iniciado una recogida de firmas para solicitar al Ayuntamiento de Pontevedra que mejore el estado del vial.
El regidor no ocultó que el ayuntamiento está descontento con la actitud de la empresa adjudicataria, a la que ya se ha presionado para que haga transitable el vial, o bien extendiendo un firme de hormigón o colocando pasarelas por los laterales para dar acceso a edificios y negocios, así como señales que prohíban el aparcamiento de coches.
Fernández Lores concluyó que si la empresa no acata las órdenes municipales serán los servicios técnicos del ayuntamiento quienes adopten tales medidas.
